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La camisa negra



Al trabajo voy vestido de negro, tomo el metro , son unas pocas estaciones de la linea cuatro, que conecta Ventas con Argüelles. Llevo una camisa que me ha prestado Goyo y que me sienta pero que muy bien. Me miro en los vidrios del tren y siento que tengo buen aspecto. El pelo negro, la tenida negra, los ojos negros.

No estoy nervioso ni ansioso por entrar a trabajar, estoy mas bien un poco lelo. Conseguir trabajo en Madrid fue demasiado facil, mi pasaporte italiano me permitio saltarme todas las largas filas, mi entrevista de trabajo estuvo excelente. Me quedé con la impresion de que podria haber optado a algo mejor, con mayores responsabilidades, con mayores expectativas de futuro.

Hay poca gente en el vagon, acaba ahora de subirse un chico de camisa musculosa amarilla que por su aspecto debe venir de una fiesta (y eso que es mediodia de un sábado). Mira a todos con ojos de cazador narcotizado, yo le sostengo la mirada un rato, inamible.

Sentado en el metro pienso, pienso en Paris. Pienso todavia con nostalgia en Paris, en la fantasia de la vida en pareja en Paris. Yo queria partir al trabajo con un beso, y regresar a un rostro que para mi es querido. Es por eso que no extrañaba a Chile, a mi familia. Pero en Paris estaba dificil, por eso me deja lelo que aqui esté tan fácil. Y si agosto en Paris era un espejismo de inactividad y por debajo se estaba contratando gente, como aqui?

El fiestero se sienta al lado mio, tiene un aire a Julio Iglesias Jr., presiona su rodilla junto a la mia, yo no me dejo mover. Lo miro, me mira, empezamos a besarnos.

Qué es esto? Esto es Madrid, supongo. Y qué estoy haciendo yo? No lo sé, tenia ganas de irme al trabajo con un poquito de emocion, y esto vale. No es un mal beso, son labios gruesos mediterráneos, el aliento tiene algo de tabaco, pero nada más.

El chico me dice que lo siga, que nos tomemos una cañita. Yo le explico que voy camino al trabajo, que es mi primer dia. Pero bueno, igual mejor abandonar el escenario de pasajeros atonitos e intercambiar algunas palabras en el andén, igual voy bien de tiempo.

No tengo celular, los chips estan agotados en agosto, tienes lápiz? No, no tengo lápiz, deja que en la boleteria me prestan uno, sigueme. Y lo sigo, y me anota sus datos (se llama Manu) y yo le doy mi msn, pero igual antes de irnos cada uno por su lado me pregunta: Y tu a que hora sales? Y quedamos entonces en vernos cuando yo salga del trabajo en la esquina de El Corte Inglés de Princesa.

Bien, asi da gusto, Madrid cachondo no defrauda y llego al trabajo con la seguridad que otorga sentirse uno de los pocos que comienzan el dia con un perfecto extraño que los besa en el transporte público. Y no, no me han robado nada, esta historia no tiene un giro de esos.

Es ultimo dia de rebajas y es un gusto llegar a un sitio donde es evidente que uno hace falta. Hay que abrir cajas, pegar etiquetas, mover estantes, sonreir y vender, vender, aunque los precios hoy estan tan bajos que la verdad es que los productos se venden solos. Las clientas hablan con sus amigas por celular y les dicen: "Vente niña, que esta aqui todo muy barato".

El equipo es multicultural total, somos solo dos hombres, un rumano y yo. El resto son chicas, de Portugal, Brasil, Canarias, Uruguay. Adoro la multiculturalidad, que aqui en España tiene un matiz distinto al de Francia. España se lleva lo mejor de America Latina asi como Francia lo mejor de Africa. Sacad las conclusiones.

El frenesí de la mañana desciende a la hora de la siesta, que es cuando me tomo mis 30 minutos de colacion para disfrutar de unos bocadillos en la taberna vecina, que me la recomendó Radu el rumano porque la atiende un chileno. El chileno muy gentil, lleva 4 años aca y toca en una banda de rock. Me ofrece gratis un canapé.

Y luego vienen unas tres horas de pasearse por los pasillos sin nada mucho que hacer porque no entra gente. Afuera hace calor y gran parte del comercio cierra, pero no nosotros. Yo me ocupo aceitando mis matematicas, cuanto es el 30% de 130 euros? cuanto es el 40% de 96 euros?

Pero claro, lo mejor es pensar que a las nueve, cuando salga, es posible que tenga una cita esperandome.

Las ultimas horas son un hervidero de gente y paquetes que se van. Ademas como las rebajas se terminan hoy, hay que empezar a quitar las etiquetas de descuentos, pues si alguna se queda puesta, el cliente tiene derecho a reclamar que el descuento se le aplique. Y despues de eso, hay que subir todo porque vienen a pulir el piso el dia domingo. Radu me dice que no me engañe, que este trabajo no siempre es asi se activo, que la mayor parte del tiempo uno se aburre a morir, pero que ya me daré cuenta la proxima semana.

Salgo a las nueve, y yo que le habia dicho a Manu que era a las 21:30. Bah, seguro que se ha olividado. Pero no, allí esta.

Me apetece una cerveza fria, me apetece una ducha helada, me apeteceria sentarme en un sitio sabes? Y mientras caminamos hasta Fuencarral me entero que el chico es de Valencia y mas joven que yo, joder.

Púdico salto temporal. Heme en Malasaña, con el cabello mojado, la compañera de piso de Manu, una lesbiana rubia muy mona, me dice cuando me despido: "espero volver a verte, a mi me da la impresión que Madrid te va a gustar".

La explicacion de Goyo: La culpa es mia, es mi camisa y llevaba mi olor a perra en celo, deberia haberla lavado otra vez antes de pasartela, pobre niño.

Amigo esta genial para empezar el primer día de trabajo,felicitaciones y espero que esto continue y que Madrid te guste mucho.Siempre leo todos lo que escribes y Paris estuvo increible,espero que Madrid te siente muy bien
Manuel,santiago de Chile

Salud!

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