Saturday, April 28, 2007

Yajuum

No está bien, el crédito no es del café, ni del cognac, jerez o brandy. Tengo que ser honesto, me estaba quedando dormido igual y me sentaba fatal, porque la obra se estaba poniendo realmente interesante. Elena Anaya había llegado a la tumba de Caín y un monje sufi le enseñaba a rezar, mientras una bibliotecaria afgana se deshacía en sollozos recordando la miseria cultural a que los talibanes sometieron a su pueblo.

Y no estaba bien quedarse dormido entonces, no, no lo estaba.

Qué hacer, pues trataba de concentrarme en el escenario, varios metros más abajo, y anda que me dicuenta de una cosa (bastante boba, considerando que no era mi primera vez en un teatro).

Allá abajo había una persona dirigiendose a todo el resto de personas presentes, comunicando emociones a toooodos nosotros, y qué subidón había de ser aquel, que descarga de adrenalina, levantarse del asiento y conseguir que todo el teatro me mirase, me oyese, uf, y es algo que podría hacer, sí, perfectamente ahora mismo podría yo apoyarme en la barandilla que divide mi visión y pegar un grito de tarzán. No muy apropiado, dado el caso que todos han pagado por ver la obra y no a mi, pero el caso es que comprobar que esa posibilidad existía me provocó una descarga instantánea de adrenalina que sirvió para electrificar al sueño fuera de mi, una sensación aterradora.

Y si, creo que ya aprendí como hacer para no quedarme dormido en el teatro

Thursday, April 26, 2007

Cambio climático

Parece que hubiésemos hecho intercambio de climas, no le parece? le digo a un par de ejecutivos franceses en el ascensor, mientras acarreo sus equipajes. Es que en Paris están de temporada estival adelantada, sin tiempode montar la playa artificial en el Sena, y acá en Madrid, donde se organizan congresos en función de su vida nocturna y su sol de abril, aquí están lloviendo perros y gatos.

Le digo a otros huéspedes, les digo que la lluvia en España se suele quedar en las llanuras, como cantaba Audrey Hepburn, y que Madrid está construida sobre unas colinas que sirven de atalaya, desde la terraza del hotel hacia el sur podríais ver los jardines de Aranjuez y las iglesias de Toledo, al oeste la sierra de Gredos y Guadarrama, al este los aviones que aterrizan en Barajas.

Pero como hoy llueve, nadie sube a la terraza del hotel, tampoco los turistas a quienes debo espantar, porque no está permitido, sólo a los huéspedes, no se pueden desvalorizar las cinco estrellas. Y que pena me da en todo caso, pensar en quien paga la millonada que sale quedarse en un hotel como este para luego encontrarse con una primavera tan aguada que más que paraguas hacen falta burkas (venderían los talibanes burkas impermeables en Kabul?)

Eso pienso en el Teatro Real, donde veo "Homebody/Kabul" de Tony Kushner, el mismo de "Angeles en America". Me habían advertido en contra del monólogo inicial, que dura más de una hora, y donde una señora inglesa que se autocalifica de "mema" y que borda su discurso con rescates lexicológicos, relata al mismo tiempo la historia de Kabul (fundada, según una tradición no sé si greco-bactriana, maurya o sasánida) por Caín, quien allí habría sido sepultado, y la organización de una fiesta para la cual ha comprado gorritos a un vendedor con la mano mutilada, posiblemente por los talibanes. La obra se estrenó en New York el mismo mes de los atentados contra las torres gemelas, lo cual no de ser, ayuda a justificar la venida cuando ya han pasado dos horas de obra y aún no llega el intermedio.

Salgo en busca de un café, rápido, póngale un chorrito de cognac, por favor, y el mesero ecuatoriano me echa un chorrito de jerez (es que es lo mismo?) pero no protesto, en el TV de la cafetería trasmiten el partido del Chelsea contra el Liverpool, estoy seguro de que estoy en Madrid???

La señora inglesa se va a Kabul de paseo y no vuelve, su marido y su hija van en su búsqueda, el resto de la audiencia muestra su alivio, ya no más ditirambos acerca de aqueménidas, Chandraguptas, Tamerlanes y guerras solapadas entre Rusia y el Reino Unido por el petróleo, no más cháchara de Muhayddines. Es una buena obra, Kushner es un clásico viviente, pero de no ser por el cognac/jerez con cafeína, no estaría diciendo lo mismo.

Les dije a unos huéspedes, representantes del gran Pharma, que en Madrid si llueve durante el día, la noche suele estar despejada y la gente se va de marcha. Pues he aquí la excepción, me digo, a la salida del teatro, y vuelvo a casa bajo una tromba de agua. Me gusta en todo caso, extiendo mi paraguas, subo el volumen de mi mp3 y procuro no pisar de lleno en las pozas. Qué pasaría si el clima cambiase de verdad?, los españoles mojados se harían más refinados, trabajadores y estudiosos? Los franceses cogerían el testigo de la holgazanería y lujuria latinas tan bulladas? A quien beneficia más el calor, a Sarkozy o Segolene?

Nieve sobre Haití, veranitos en Siberia. Agua sobre Kabul, si allí lloviese nunca habrían habido burkas, eso está claro, como no las hay en Bangladesh, país musulmán monzónico. No todo tiene que ver con la economía, o la economía tiene que ver con el clima, vaya uno a saber. Pero me tengo que inventar una excusa, amanece hoy y sigue lloviendo, tal vez tendré que desacreditar a Audrey Hepburn, decirles a los clientes que no era ella la que cantaba en "My fair lady", que ella hacía playback, a ver si con ese desengaño se olvidan de las ganas que tenían de pasear por el florido Parque del Retiro, van en cambio al teatro, y no me dejan sin propina.

Friday, April 20, 2007

Especializaciones

Tenía la teoría más o menos bien montada, respecto a las amistades. Me decía que hay que saber especializarse, que tus amigos sepan que llegados a tal área, el que necesitan a su lado eres tú. Cosa que a mi me pasa, a quien pregunto si debo o no debo comprar entradas para el show de Björk en la Plaza de toros de Ventas?, ok, se lo pregunto a todo el mundo, pero el caso es que al final las amistades que uno deja por la vida necesitan de riego, y no de cualquier riego. No sé, para mi el que me llegue un saludo de "te quiero mucho", si no me explican que coño fue lo que motivó ese saludo (y no, no lo digo por tí, mamá, tu tienes licencia), me perturba.
Me gusta tener amigos diferentes, amigos Opus para contarles que fui a Pamplona, amigas indie para hablarles de mi devoción tardía por los Arctic Monkeys, amigas y amigos cinéfil@s, amigos lectores, amigos politólogos, amigos gourmet. Mis amigos forman mi propio progama magazinesco, he dejado de ver TV, pero sólo puedo permitirmelo porque hace rato que ya tenía internalizada su programación, con mis amigos haciendo papeles múltiples.

Tengo un amigo que era vecino, y ahora que estoy lejos ya no nos sirve ponernos a conversar de lo absurdo que es vivir tan cerca y juntarnos tan poco. Tengo una amiga muy madura, que se casó, se embarcó en una hipoteca, hizo un master, todo antes de los 26, con ella ya tampoco hablamos mucho. Tengo una amiga arquitecta a la que le saco pica con los edificios que veo. Una amiga filósofa con quien hablamos de lo mucho que pensamos en cosas muy filosóficas que decirnos pero que de tan abstractas se vuelven etéreas y se nos olvidan. Tengo un amigo cool, pero tan cool, que nunca faltan temas cool de qué hablar. Tengo amigos por chat que estudian periodismo y a quienes no pierdo oportunidar de bajarles los humos. Tengo un amigo patiperro con quien intercambiamos coordenadas y como ultimamente parece que me quedo en Madrid por un tiempo más, ya no le resulto interesante. Hay amigos para preguntar sobre como les va a los otros amigos. Amigos que hacen las cosas bien y yo los felicito por ser sensatos, al mismo tiempo que espero algún día se aburran de serlo. Tengo una amiga que me dijo una vez que yo no tengo en realidad amigos, que como mucho eran colaboradores sin contrato; pero no es cierto eso, porque también tengo amigos sin los cuales no puedo estar bien, y entre mail y mail me muevo como si fueran lianas, temeroso sabiendo que si algún día éstas se cortaran, el porrazo sería espantoso, y no sé si quisiera volverme a levantar. Tengo amigos de esos que la amistad es iluminada por el recuerdo de un buen polvo, siempre planificando un encore. Tengo una amiga lesbiana a quien hecho mucho de menos, porque eramos amigos mucho antes de ser cualquier otra cosa en la vida, nos conocemos desde los 9 años y nos damos equilibrio. Tengo amigos y amigas con quienes ya no hay contacto alguno, y me pregunto a veces que pasaría si nos encontrásemos en la calle por casualidad, cuantos segundos precederían al abrazo.

Y yo, cuál es mi especialidad? en qué rincón de la memoria de mis amigos habita mi recuerdo? bajo qué categoría estoy archivado?

Pienso en mi mejor amigo, que es un título honorífico de esos que es de mal gusto abdicar, pero que a la larga empieza a sonar un poco anacrónico. Mi mejor amigo del colegio, que por esas cosas del romanticismo gay, quedó para siempre con ese título, a pesar que ambos ya tengamos mejores candidatos para padrino de bodas. Con él es de con quien menos hablo, a lo más, nos "ponemos al día". Pero sé que si viniera acá a Madrid sería una fiesta absoluta, porque volveríamos a ser dos chavales de 14 años, eso creo.

Una chica argentina, (evitaré ser promiscuo y no la llamaré amiga, como acostumbro en estos casos) me dice que mi teoría son boludeces, que a los amigos se les quiere sin más, que me meta mis especializaciones funcionalistas por el culo. (ok, lo estoy dulcificando un poco, pero eso es en el fondo lo que me dice).

Que a los amigos se les quiere así sin más, te quiero porque te quiero. Ya. No sé. Es bonito ser dadivoso con los afectos, pero yo al cabo igual quiero razones. Quiero que me digan te quiero porque eres un tonto lindo, porque tu curiosidad es inagotable y la vida parece nunca te alcanzara para hacer todas las cosas que quieres hacer, te quiero porque ves todo con ojos de maravilla, como un niño; te quiero porque no puedo imaginar que un día pudieses llegar a ser infeliz, porque siempre habrá algo que te saque de ti mismo y ponga una sonrisa sobre tu rostro. Te quiero por tu memoria, tu imaginación, tus preguntas fuera de saco, tu buen oído, tu falta de sentido práctico, tu desnudez vital, tu batiburrillo de ideas, tu desapego, tu inverosimilitud, tu risa.

Si, está bien que te digan eso, y está bien incluso, cuando no hay ningún amigo cerca, decirselo a uno mismo, de vez en cuando, y tragarse el tufillo de manual de autoyuda.

Monday, April 16, 2007

Santos y cangrejos


Joder, me he demorado más que la cresta en terminar los post de mi paseíto norteño!

Y mientras tanto, pasan cosas, pasan caleta de cosas, así que mejor la hago corta.
Este de acá arriba es el castillo del Javi, digo, de san Francisco Javier, que estaba medio chalado con esto de la evangelización, con tal que se fue a Japón y a la China y a Goa a predicar y pa' mi que más que predicar a este otro lo que le iban eran los viajes lisa y llanamente. Como mi compañero de piso Juanjo, que se fue por un findesemana a MacchuPicchu no obstante mis advertencias del sacrilegio que eso implicaba, tomarse tan a la ligera lugares sagrados. Caso omiso me hizo y ahora dice que en agosto su novio lo lleva a Australia y Nueva Zelandia. Pero bueno, no voy a juzgar a Juanjo como tampoco juzgaré a Francisco Jatsu Azpilikueta, como se llamaba originalmente Fco Xavier antes del san.

En el castillo te cuentan la historia del santo, con especial énfasis en el milagro del Cristo del Cangrejo, aparentemente se desató una tormenta en el mar de la china, el mismo donde transcurre la tercera parte de los Piratas del Caribe (y ya quisiera yo ver una peli sobre la vida de san Francisco Javier, pero que la haga Spielberg y no Ray Loriga). Los marineros le exigieron a Javier que hiciera algo, y éste se puso a rezar apoyado en la cubierta de la carabela, con tan mala suerte que se le cayó el crucifico al mar.

Aquí hay distintas versiones, unas dicen que el mar se calmó, el guía del castillo dice que no pasó nada y los marineros se mofaron del jesuita. El caso es que al día siguiente, paseando por la playa, Francisco Javier encontró un cangrejo que según la historia llevaba entre sus pinzas un crucifijo, precisamente el que había dado por perdido.

Y ese es el milagro del Cristo del Cangrejo, que se encuentra hoy en la sacristía del Palacio Real en Madrid.

Hay teorías escépticas, dicen que hay cangrejos en esa zona que gustan coleccionar ramitas, pero eso a mi gusto confirma más que refuta el milagro. También resulta que habían entonces cangrejos que llevaban la marca de una cruz, que ahora son muy escasos porque los cristianos los cogían como amuleto. Distinto fue lo que pasó con los Cangrejos Heike o "Samurai", como lo cuenta Carl Sagan en este video de culto de Youtube.







Ok, las fotos anteriores pertenecen al antiquísimo Monasterio de Leyre, en donde están enterrados los antiguos reyes de Navarra, los García. Es un sitio precioso, con buen aire, donde trancurre la leyenda de San Virila, que también (o tampoco) es muy buena, pero mejor la leen aquí.

Y por último, acá abajo, la iglesia de Sangüesa, con su pórtico tallado por el Maestro Esteban que cuenta la historia de Sigfrido y el dragón. Un poco extemporáneo sí, pero hay que entender que en esos tiempos no había cine ni comics y al cabo la gente se aburría un poco de la teleserie sadomaso del santoral católico. Sangüesa forma parte del camino de Santiago aragonés, que viene de Somport y Jaca. Y está muy bien, pero no es fácil llegar si no cuentas con la hospitalidad de los navarros, que está muy por sobre la media. Baste con decir que no dormí en la calle esta vez.

Sunday, April 15, 2007

una probadita del Camino


El buen tiempo me acompaña, me lo digo siempre y a fuerza de coleccionar recuerdos de días de buen tiempo he llegado a creerme que San Isidro me tiene barra. Cómo si no explicar que mientras todos se quejan porque esta semana santa no ha parado de llover en las playas del mediterráneo, yo que me he venido al peor sitio en cuanto a confiabilidad meteorológica, me encuentro paseando con sol fresco por Ondarreta, Zarautz y demases.

La mañana en Olite fue lo mismo, queda claro en todas esas fotos en que el sol entra como invasor huno por las ventanas del castillo. Pero desde la atalaya se veían venir nubes que complicaban mis planes para sábado santo, cuando tenía pensado ir al santuario de Loyola y de paso visitar más pueblitos vascos como Azpeitia, Azkoitia, Zumárraga, Oñati o Bergara.

Llego a la estación de buses y se larga a llover pesado. Esto no puede ser, me digo, va en contra de mi reputación de talismán del buen tiempo. Decido que es señal que no debo quedarme aquí, así que compro pasaje para San Sebastián y vuelvo a la pensión a darme una ducha. Sigue lloviendo cuando regreso y ya me voy a subir al bus cuando descubro que se me ha extraviado el boleto, voy a la taquilla, me dicen que me espere a que todos hayan subido y así no ocupo el puesto de nadie, y ahí estoy, escuchando al mariachi que se aproxima, tengo que salir de aquí pronto, pienso, antes que me agarre por las patas otra vez la melancolía. Y estoy que me subo y de repente pienso que la situación requiere de una maniobra distractoria, lo lógico es que me vaya de aquí, los paparazzis han de estar estacionados afuera esperando que el bus salga, pues yo los confundiré, el bus se va y yo me regreso por el camino buscando el boleto, que al final resulta me lo había dejado en la pensión. El bus ya se ha ido, yo me quedo en Pamplona, bajo la tormenta, y recupero mi importe. Y me siento libre, ni siquiera san Isidro sospecha que estoy aquí.

Si, lo sé, estoy un poco chalado.

La siguiente hora me la paso refugiado debajo de un kiosko en frente del Baluarte, conversando con una familia de Vitoria con dos niños pequeños a quienes enseño a jugar al juego de sacar la cabeza fuera del refugio mirando al cielo y sin que te caigan gotas en los ojos. Es una hora larga, el tiempo pasa lento cuando llueve. Hablamos de varias cosas, les cuento el cuento que soy un periodista chileno y que pienso escribir un artículo sobre turismo en el norte de españa, "la tierra de los topónimos cuicos", y les intento explicar.

Me hace sentir mejor, finalmente la lluvia fiera, se condice mejor con mi estado de ánimo, que se sentía fuera de sitio bajo el sol, en la playa, en castillos de Disney, rodeado de gente feliz. Aquí los refugiados nos contamos historias, del camino de Santiago, que el padre de la familia acá lo hizo en 23 días, de Roncesvalles a Compostela, y claro que me lo recomienda, pero en verano. La ruta pasa por aquí.



Así que cuando los vitorianos se van, yo decido sacar a pasear mi capa de agua y cojo la ruta de los peregrinos, en la calle mayor me compró un bastón de pan y un trozo de queso de oveja Idiazábal. Y me largo a caminar siguiendo las marcas de ruta, y claro, la lluvia cesa a ratos y todo muy bien.

Atravieso la ciudadela, un parque, varias avenidas con edificios y será que es cierto aquello del buen urbanismo de Pamplona, las señales del Camino son claras, en azul, reproducen las líneas de una concha que apunta hacia la meta, y vaya que bien está eso de caminar con una meta clara, aunque sea por un rato. Llego así a la universidad de Navarra, hay un pozo de los deseos aquí. Arrojo una moneda y deseo, deseo volver aquí con mi francés, algún día, y me doy cuenta que en verdad eso es todo lo que quiero, un compañero de viaje para el camino de Santiago, con eso me conformo y eso ya me lo prometió una vez, creo, en fin, que el mariachi ya no se oye más, me doy por conforme con la telenovela, on resterons des amis, des meillieurs amis, y ça va, ça va bien, ça va de puta madre.

Vuelvo a Pompaelo, Iruña, Pamplona, tantos nombres. De paso encuentro una capillita con una imagen de una virgen Opus, la virgen del buen amor. De paso llego al parque Yamaguchi, de estilo japonés contemporáneo, en honor a Yamaguchi, ciudad hermanada con Pamplona, donde en el siglo XVI san Francisco Javier intentó introducir el cristianismo en Japón. Me acerco por detrás de unos patos, para sacarles una foto con el templo sintoísta de fondo, me acerco entre los juncos y todo va bien hasta que una de las tablas se hunde bajo mi pie y los patos se asustan y salen volando y yo quedo con las botas llenas de barro, pero la foto la saqué igual, y creo que tampoco me ha salido tan mala, igual se puede a los patos volando juntos.

Friday, April 13, 2007

Olé Olite






y el mariachi me acompaña...





Yo por mucho tiempo he sido de los que viajan solos sin problemas, nací con las agallas esas necesarias para no requerir de compañía para ir al cine, a la montaña o a la disco. Yo recorrí la mitad de Europa el 2005 saltando de un sitio a otro sin que me detuviese la melancolía, sintiéndome a todas luces completo siendo yo mismo y claro, viajando de esa manera conocí a un montón de gente.

Luego el amor llega y se va y deja toda la construcción del yo de lo más inestable, ahora salto de ciudad en ciudad huyendo de la visión de las parejas de la mano, pasando raudo por sobre esos lugares malévolamente románticos que capturo con la cámara de mi celular. Ese puentecito en Zumaia, esas risas de niños pequeños, ese atardecer y ese menú para dos, y ese jardín y ese pajarito y todo todo te recuerda que ya no estás completo, que prefirirías no estar solo yendo de aquí para allá, el hecho que la gran mayoría de las canciones de mi mp3 player hayan sido escogidas pensando en los sentimientos que albergas por aquella persona no hacen más que empeorar la sensación de prófugo, de hormiga perseguida por los rayos concentrados del sol en una lupa.

Hasta que llego a Pamplona, capital del Reyno de Navarra. Cómo mola esto de visitar sitios que se llaman así, reynos, aunque ya no tengas reyes, pero si tienen su policía propia (con gorritos rojos), su bandera propia y sus tradiciones propias y su oficina de información túristica muy propia donde puedes coger todos los folletos informativos turísiticos que quieras, y soñar con destinos de ensueño, soñar que estás en un sueño.

Y el Mariachi que me acompaña se queda momentaneamente extramuros, en unos juegos infantiles junto a un puente del Camino de Santiago.

En este sueño que es Navarra me recibe el rey y me cuenta historias antiguas e historias recientes, de australianos que se emborrachan en San Fermín y se montan sobre la fuente de la Mejillonera para luego sacarse la ropa y saltar desnudos sobre sus amigos. La importancia de tener amigos que te agarren cuando caes desnudo, no todos la tienen, varios australianos han salido parapléjicos de los San Fermines, y no fue culpa de ningún toro.

Y las murallas, la ciudadela inexpugnable, se está bien en una ciudad amurallada, feng shui medieval, los malos espíritus se quedan fuera. A la entrada de Pamplona dos estatuas desmembradas recuerdan en varios idiomas a la Paz, rehecha y contrahecha. Más allá, el Baluarte, edificio de granito negro de Zimbabwe para congresos y eventos. Pamplona tiene algo de ciudad señorial, me recuerda a Torino, ciudad de gente que piensa antes de actuar, si exceptuamos claro a los que corren frente a los toros en San Fermín, no hay mucho tiempo para pensar si detrás tuyo viene un toro con sus cuernos. Pero claro, esa es la Pamplona de postal, la de Hemingway, a quien no quieren mucho aquí. Su estatua frente a la plaza de toros tuvo que ser removida para protegerla de los ataques. Eso me dice el rey, que además me cuenta otras cosas.

El descubrimiento de América no fue un buen negocio para España, me dice, España no estaba preparada para tamaña empresa, nunca se lo plantearon como un negocio, sino como un deber moral, la evangelización de las Indias. Y claro, todo el oro se iba en pagar el ejército, y la construcción de ciudades, es caro ser una metrópolis, y así todo el oro de Moctezuma y Atahualpa se temrinó yendo en pagar a los prestamistas lomabardos y holandeses, a los Fúcar, el oro de las Indias no lo vas a encontrar en España, en Sevilla, algo, tal vez. Pero para España el Nuevo Mundo fue una sangría, Castilla se despobló en un par de generaciones, todos los jóvenes se iban a hacer fortuna y pocos volvían, el campo se despobló y hubo que importar alimentos, el dinero huye. Mejor les fue a los que no se iban, catalanes, valencianos, y es cierto digo yo, que los apellidos castellanos perdieron incluso su nobleza en América Latina, los Pizarro, Cortés, Rodríguez, Zamora, Perez, Soto, González, Tapia. Nada tienen hoy que hacer contra los apellidos vascos o catalanes. América fue una sangría de la que España quedó anémica hasta el siglo XX. Y ahora claro, la tortilla da la vuelta, la sangre, pero más el dinero, tiran y vuelven los apellidos castellanos a la Madre patria, vuelven mezclados con sangre indígena, a una España que el 2050 debiera ser el país con mayor proporción de viejos del mundo. Llegan de Ecuador y Colombia y Perú, de Brasil, Venezuela y Argentina, de Chile ya no tanto, estudiantes la mayoría.

Y claro, piensa uno aquí en las murallas de Pamplona, que invento más inútil, las murallas, pero al menos estas son bonitas. Y que bien se está aquí, aunque la procesión de viernes santo se haya suspendido por unas pocas gotitas que cayeron, pero da igual, que esto no es como en Andalucía, lo propio de Navarra son los pintxos, y el patxarán y el txacoli y para eso no hace falta buen tiempo, el buen tiempo acá no es que abunde, pero es necesaria la lluvia para mantener los campos verdes de este reyno.

Al día siguiente voy a Olite, antigua residencia real, castillo reconstruido con aires franceses, a lo Carcassone. Donde además está el museo del vino, vino navarro rosé. Olite de hecho se merece un post de fotos para él solo....

Thursday, April 12, 2007

Vitoria-Gasteiz, capital del País Vasco

- el casco antiguo de la ciudad concentra las miradas

- La iglesia de Armentia, imaginad Vitoria como San Damián, pero con templos románicos del año de la pera, el riachuelo parecía limpio
- Un cocodrilo pasea por detrás de la Catedral de Vitoria-Gasteiz (Gasteiz es el nombre de la ciudad en euskera, cosa importante a la hora de tomar el bus. Va para Vitoria? no. Va hacia Gasteiz? sube )
Casa Okupa vasca, con carteles que piden el retorno de los presos de ETA, y otros mensajes más, que uno que no sabe euskera, apenas se entera.
- Muralla medieval auténtica, anterior al año de la pera, si me permiten

Reja del museo de bellas artes, con cabeza de señorita con tocado vasco, según me dijeron en Vitoria, las vascas llevan el pelo corto y los vascos lo llevan largo, con el culo pasa al revés

Museo Artium, sala de exposiciones de arte contemporáneo, la lleva todo el rato. Ahorita tienen una muestra de fotografía contemporánea china (Zhú Yi!) que está de lujo.

Pasarelas mecánicas te permiten subir el empinado casco histórico haciendo que te olvides que estás en el casco histórico. Recomendable visitar la Catedral de Santa María, "abierta por reparaciones".

Y eso, no quiero hacerla larga. Vitoria está muy bien, aunque dicen que es aburrida. Es una de las ciudades europeas con mayor proporción de zonas verdes, dicen. Prima la calidad de vida, las bicicletas, los espacios deportivos. Aquí nació Francisco de Vitoria, jurista fundador junto con Hugo Grocio del Derecho Internacional*; y aquí se libró una de las principales batallas de la independencia española contra Napoleón. De ahí que se entienda a los españoles que alegan porque en vez de Vitoria, ahora a la misma ciudad de sus libros de historia la llamen Gasteiz. Dice la guía vasca de la catedral que antes de llamarse Vitoria la ciudad se llamaba Gasteiz, en fin, que no hay planes de cambiarle postumamente el apellido a don Francisco de Vitoria de momento.

Corrección: De acuerdo a Wikipedia, a Francisco de Vitoria también se le conoce como Francisco Gasteizkoa! A él le habría dado lo mismo, si total sus libros los escribió en latín.


*La doctrina católica de su tiempo tenía el afán de lucro de los comerciantes por pecado, y los comerciantes se dirigieron a él para solventar sus dudas pues, o dejaban el comercio, o se condenaban, lo que le indujo a tratar temas económicos. Según Vitoria el orden natural se basa en la libertad de circulación de personas, bienes e ideas. De esta manera los hombres pueden conocerse entre sí e incrementar sus sentimientos de hermandad. Esto implica que los comerciantes no son moralmente reprobables, sino que llevan a cabo un servicio importante para el bienestar general. (Wikipedia)

Tuesday, April 10, 2007

Juan Sebastián





Recorro San Sebastián antes que los demás turistas despierten, subo al monte Urgull, no paro de tomar fotos. Este sitio tiene algo de muy familiar, de Viña o Valdivia o Freirina, al mismo tiempo que ostenta un nivel de vida envidiable, en las flores, en los veleros aparcados, en los viejos palacetes de la nobleza europea, como el palacio de la reina Maria Cristina, quien además da nombre al mejor hotel de Donostia, donde se alojan las estrellas que vienen al Festival de Cine en septiembre. Claramente este es un lugar bienaventurado, aún no me he idoy ya tengo ganas de volver.

Entro al Museo de San Telmo, donde tienen los monumentales frescos en grisalla de José María Sert, donde se ensalzan los valores vascos. Aquí me entero por ejemplo, que la Armada Invencible de Felipe II se construyó en astilleros vascos, y pienso, astilleros...Onassis, von Appen, de ahí que los apellidos vascos sean apellidos cuicos, había dinero es esta zona.

Cuicos como un grupo de estudiantes chilenos que entró al café La Vaca, donde estaba yo desayunando, no me pude resistir a ir y presentar mis saludos, tan decimonónico yo, Martín Rivas total, eran cinco chicas y un chico, todos estudiando en Barcelona. Pudo haber sido muy desgradable, pero nada, les dije donde tenían que ir en San Sebastián (al haber llegado de madrugada pude enterarme muy bien de donde salían los estudiantes borrachos camino a casa) y bueno, cuicos tóxicos, de esos que no sueltan prenda, no sé que hago yo pasando a saludar, será acaso que igual viajar solo a veces no es lo más.


De eso me di cuenta llegando a Zarautz con el EuskoTren, había en Zarautz una fiesta de la cerveza y yo ahí pensando que entretenido sería estar con amigos y compartir una garrafa de Heineken, pero sentarme solo a beber, con el día espléndido que hacía afuera..., mejor salí a la playa, con la suerte que me encuentro a un grupito de chicas vascas muy guapas con una garrafilla de esas, les ofrezco pagar por un vasito y me dicen qué va, que no quieren mis monedas, me conformo con un beso, dice una.

Y yo me pongo todo bobo y digo "en serio?", pensando que es bonito eso, estar todavía en la edad en que se pueden pagar favores con besos, pero al final las chicas deciden que pagaré mi vasito sacándoles fotos grupales a ellas, eran todas muy guapas, debí haber sacado una extra, para que ustedes la vieran, eso pensé cuando ya iba bordeando el camino costero de Zarautz a Getaria, y devolverme sí que habría sido bobo. Así que seguí la ruta, que es como ir de Zapallar a Maitencillo.




Getaria según los folletos turísticos de Guipúzcoa que me dieron en Donostia, era el sitio indicado para comer buen pescado. Harto caro el pescado, eso sí, y es que aquí sí que me jugó en contra el estar solo, no me querían dar mesa, terminé comiendo en el peor sitio una merluza por 30 euros, me atendió una chilena sí, chilena de Temuco, que me trajo mantequilla para el pan y creo se encargó le pusieran extra palta a la ensalada. La ensalada estuvo más rica que el pescado, en fin, que apenas termino de comer, un poco mareado porque me he bajado entera la botella de sidra, doy la vuelta y encuentro un local donde elmenú estaba a 18 euros (y 18 euros me parecen de repente una ganga). Y me pongo a maldecir como el capitán Haddock.

En fin, que da igual, pues resulta que Getaria valía la pena no tanto por el pescado, sino porque aquí nació Juan Sebastián Elcano, el primero en dar una vuelta al mundo, pobrecito Magallanes que murió en las Filipinas. Y la verdad es que está muy bien de repente estar en Getaria, con un sol espléndido, respirando el mismo aire oceánico que impulsó a alguien como Elcano a parcourir le monde. Hay una lista de los marineros y tripulantes, con sus pueblitos de procedencia, los hay de Bermeo, de Bilbao, de Vicenza, de Rodas, de Barakaldo y Bayona.

De la expedición original de 265 hombres, solo 17 regresaron con vida, pero las especias que trajeron consigo les aseguraron riqueza de por vida. A Elcano el rey le concedió un escudo de armas con una inscripción que puede leerse en Getaria "Primus circumdesdisti me", o "fuiste el primero en darme vuelta", muchos jugadores de SuperMario quisieran eso mismo.

Sin embargo, tía wikipedia dice que no fue así, que el primero en circunnavegar el globo no fue Elcano, ni algún vikingo ni el capitán cavernícola, sino que Enrique de Malaca, un nativo no se sabe si de Indonesia, Malasia o Filipinas, que ejerció como traductor de Magallanes. Capturado en Sumatra, fue llevado a través del océano Indico a España. Magallanes lo cogió como traductor, pero al llegar a través del Pacífico a las Filipinas, el traductor no sirvió de mucho a la hora de hablar con los nativos, según Pigafetta, Enrique hablaba malayo y más adelante encontraron una nave donde sí habían malayos que le entendieron. Evidencia esta que habría sido él y no Elcano el primero en dar la vuelta al mundo.

Interesante, pero bueno, todavía podemos decir que Elcano fue el primero en dar la vuelta al mundo "voluntariamente".

Continúo ruta a Zumaia, que es el pueblito siguiente, y de Eibar, en el interior, donde hay un museo de las armas ( y pienso, industria armamentista, de ahí que los vascos...tengan dinero). la noche la pasaré en Vitoria, o Gasteiz, según el conductor. Que aquí casi todo tiene dos nombres, y según cual ocupas queda clara tu posición respecto de tales o cuales cosas. No me extrañaría que Elcano fuese Elkanoren, y Enrique de Malaca, Iker Malakoeta.