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Especializaciones

Tenía la teoría más o menos bien montada, respecto a las amistades. Me decía que hay que saber especializarse, que tus amigos sepan que llegados a tal área, el que necesitan a su lado eres tú. Cosa que a mi me pasa, a quien pregunto si debo o no debo comprar entradas para el show de Björk en la Plaza de toros de Ventas?, ok, se lo pregunto a todo el mundo, pero el caso es que al final las amistades que uno deja por la vida necesitan de riego, y no de cualquier riego. No sé, para mi el que me llegue un saludo de "te quiero mucho", si no me explican que coño fue lo que motivó ese saludo (y no, no lo digo por tí, mamá, tu tienes licencia), me perturba.
Me gusta tener amigos diferentes, amigos Opus para contarles que fui a Pamplona, amigas indie para hablarles de mi devoción tardía por los Arctic Monkeys, amigas y amigos cinéfil@s, amigos lectores, amigos politólogos, amigos gourmet. Mis amigos forman mi propio progama magazinesco, he dejado de ver TV, pero sólo puedo permitirmelo porque hace rato que ya tenía internalizada su programación, con mis amigos haciendo papeles múltiples.

Tengo un amigo que era vecino, y ahora que estoy lejos ya no nos sirve ponernos a conversar de lo absurdo que es vivir tan cerca y juntarnos tan poco. Tengo una amiga muy madura, que se casó, se embarcó en una hipoteca, hizo un master, todo antes de los 26, con ella ya tampoco hablamos mucho. Tengo una amiga arquitecta a la que le saco pica con los edificios que veo. Una amiga filósofa con quien hablamos de lo mucho que pensamos en cosas muy filosóficas que decirnos pero que de tan abstractas se vuelven etéreas y se nos olvidan. Tengo un amigo cool, pero tan cool, que nunca faltan temas cool de qué hablar. Tengo amigos por chat que estudian periodismo y a quienes no pierdo oportunidar de bajarles los humos. Tengo un amigo patiperro con quien intercambiamos coordenadas y como ultimamente parece que me quedo en Madrid por un tiempo más, ya no le resulto interesante. Hay amigos para preguntar sobre como les va a los otros amigos. Amigos que hacen las cosas bien y yo los felicito por ser sensatos, al mismo tiempo que espero algún día se aburran de serlo. Tengo una amiga que me dijo una vez que yo no tengo en realidad amigos, que como mucho eran colaboradores sin contrato; pero no es cierto eso, porque también tengo amigos sin los cuales no puedo estar bien, y entre mail y mail me muevo como si fueran lianas, temeroso sabiendo que si algún día éstas se cortaran, el porrazo sería espantoso, y no sé si quisiera volverme a levantar. Tengo amigos de esos que la amistad es iluminada por el recuerdo de un buen polvo, siempre planificando un encore. Tengo una amiga lesbiana a quien hecho mucho de menos, porque eramos amigos mucho antes de ser cualquier otra cosa en la vida, nos conocemos desde los 9 años y nos damos equilibrio. Tengo amigos y amigas con quienes ya no hay contacto alguno, y me pregunto a veces que pasaría si nos encontrásemos en la calle por casualidad, cuantos segundos precederían al abrazo.

Y yo, cuál es mi especialidad? en qué rincón de la memoria de mis amigos habita mi recuerdo? bajo qué categoría estoy archivado?

Pienso en mi mejor amigo, que es un título honorífico de esos que es de mal gusto abdicar, pero que a la larga empieza a sonar un poco anacrónico. Mi mejor amigo del colegio, que por esas cosas del romanticismo gay, quedó para siempre con ese título, a pesar que ambos ya tengamos mejores candidatos para padrino de bodas. Con él es de con quien menos hablo, a lo más, nos "ponemos al día". Pero sé que si viniera acá a Madrid sería una fiesta absoluta, porque volveríamos a ser dos chavales de 14 años, eso creo.

Una chica argentina, (evitaré ser promiscuo y no la llamaré amiga, como acostumbro en estos casos) me dice que mi teoría son boludeces, que a los amigos se les quiere sin más, que me meta mis especializaciones funcionalistas por el culo. (ok, lo estoy dulcificando un poco, pero eso es en el fondo lo que me dice).

Que a los amigos se les quiere así sin más, te quiero porque te quiero. Ya. No sé. Es bonito ser dadivoso con los afectos, pero yo al cabo igual quiero razones. Quiero que me digan te quiero porque eres un tonto lindo, porque tu curiosidad es inagotable y la vida parece nunca te alcanzara para hacer todas las cosas que quieres hacer, te quiero porque ves todo con ojos de maravilla, como un niño; te quiero porque no puedo imaginar que un día pudieses llegar a ser infeliz, porque siempre habrá algo que te saque de ti mismo y ponga una sonrisa sobre tu rostro. Te quiero por tu memoria, tu imaginación, tus preguntas fuera de saco, tu buen oído, tu falta de sentido práctico, tu desnudez vital, tu batiburrillo de ideas, tu desapego, tu inverosimilitud, tu risa.

Si, está bien que te digan eso, y está bien incluso, cuando no hay ningún amigo cerca, decirselo a uno mismo, de vez en cuando, y tragarse el tufillo de manual de autoyuda.

No me parece tan descabellada tu teoría. De más que uno tiene diferentes categorías de amigos; a veces los calificamos del 1 (un poco más que conocido) al 10 (el más más más amigui de los amiguis) y otras veces los segmentamos por tipo de amigo. O sea, el amigo con quien carreteas, el amigo con quien vas al cine, el amigo a quien le cuentas tus secretos, y el amigo que sirve prácticamente para todo eso y más que sería el mejor amigo, no?
Yo no te voy a decir qué tipo de amigo eres para mí, pero espero ser para tí una de las buenas. Beso!!
xxx

Ni siquiera preguntaré si aparezco en esa lista todoterreno (no vi la de amigos invisibles o imaginarios).
:)

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