Friday, June 29, 2007

La Polla






"las fiestas del Orgullo son la Polla, al principio te sientes un poco violado, pero luego ya da un poco lo mismo"

(escuchado en calle Fuencarral, de un grupito de héterokids)

Sunday, June 24, 2007

Gay messiah




Sintiéndome especialmente divino, con mi polera g-sus roja con una corona de espinas en blanco, la más cara y la menos arrugada de todas mis poleras (aquí camisetas). Vaya que cambia la cosa cuando uno sale sintiéndose vestido para la ocasión. En este caso, mi segundo concierto de Rufus Wainwright (el primero fue en Cambridge, jamás me cansaré de agregar este detalle). Que qué me hacía adecuado? Pues digamos que Rufus tiene una canción, “Gay Messiah”, con la que suele cerrar sus espectáculos, y yo por tanto iba vestido muy acorde.

No sólo eso, esta vez había hecho la tarea, me había escuchado el disco nuevo. Toda la semana cantando rumbo al trabajo “Tiergarten”, “SansSouci” o “Between my legs”. Y el video del primer single “Going to a town”, ya lo he visto en youtube casi diez veces.

Por mucho que su carrera se haya afianzado y su repertorio no deje de agrandarse e impresionar, me parece evidente que Rufus Wainwright nunca tocará en Chile. Quién puede querer ir a ver a un cantautor gay de voz destemplada que, al menos en esta gira, viste lederhosen, esas típicas jardineras tirolesas con suspensores bordados. Quién? Me pregunto mientras camino por la calle de Segovia bajo el puente de los suicidas y luego resulta que llego a La Riviera y está lleno, lleno de gente bebiendo cervezas, sangría y calimochos (versión española del vulgar jote chileno). A simple vista no parecen gays, me digo, y me río de mis prejuicios interiorizados, pero es que hay tantas chicas como chicos, y bueno, que es cierto que este concierto se ha publicitado mucho, pero con la cantidad de festivales que hay este verano en España también uno se pone selectivo y no va a ver un artista sólo porque toca. O porque no pillaste entradas para los RollingStones.

Me compro una cerveza en lata, me la bebo y entro.

La Riviera está muy bien, y cuando terminen las obras que pretenden dejar al Manzanares más parecido al Sena que al Mapocho, estará aún mejor. Por dentro te encuentras unas palmeras y varios niveles que miran todos a la pista central, bastante grande.

Me intento poner en la piel de yo mismo hace tres años, cuando pensaba que nunca saldría de Chile y que nunca vería actuar a este tipo. A Rufus lo conocí por un artículo de The Advocate, seguido de un chispazo en el cable donde hablaban de su video para “April fools”, que creo fue parte de la banda sonora de la serie de MTV “Undressed”. Después me bajé “Instant pleasure”, y “The greek song”, y “Cigarettes and chocolate milk”. La canción “Poses”, de su segundo album aparecía en los créditos finales de un episodio de Queer as Folk. Qué días de televisión aquellos! La vida se me deslizaba adherido a la pantalla, saltando de serie en serie como la ranita del Frogger. Sin embargo el mayor hito a nivel masivo de la carrera Rufus tal vez sea el cover del “Hallelujah” que hizo para Shrek.

El telonero iba a ser un tal Micah P. Hinson, pero por razones médicas nos encasquetaron a una banda española de esas que repiten frases capicúas seguidas de guitarras acopladas que deberían en teoría recordarnos a Sonic Youth. El público aplaudía en buena, pero el propio vocalista de la banda interpretó el entusiasmo como caridad al despedirse con un “muchas gracias por su paciencia, ahora por fin viene el Rufus”.

El Rufus!, es raro esto de creer que los artistas te pertenecen y que nadie más que tú se sabe las canciones para luego encontrarse en una sala de conciertos abarrotada donde al ídolo le tutean. Me pregunto si habrán regalado entradas, si hubo un alcance de nombres, pero no, aparentemente todos aquí han venido a verlo a él.

Los mejores momentos: Me gocé “Between my legs”, “Rules and regulations” (ver video nuevo aqui) y “Slideshow”. Iba a tocar “Tulsa” y terminó tocando “Vibrate”. Alternando siempre temas en piano con temas con arreglos de viento que creaban una atmósfera tipo Saturday night live. Nada de los dos primeros discos. Un sorpresivo “Complainte de la butte” de la banda sonora de MoulinRouge. Y el final, vestido a lo Liza Minelli, cantando “Get Happy” de Judy Garland, rizando el rizo de lo gay, cosa difícil en una ciudad que al mismo tiempo celebraba en el Parque del Retiro el concurso de Miss Transexual, animado por Deborah Ombres. Y así comienza la semana del orgullo gay en Madrid, de qué manera! Lo que viene dicen será el pandemónium, amenizado por Marta Sánchez, Massiel, triunfitos varios y el regreso de Locomía.

Dicen que a tanto llegan las fiestas del Orgullo en Madrid que todos terminan un poco homofóbicos.

Ya veremos, pero aviso que cualquiera de los que estuvo en el concierto de Rufus salió sintiéndose marica de cuidado, con motivo de orgullo añadido, dispuesto a participar en cuanta carrera de tacones de le ponga por delante, con toda la hombría del caso.

Monday, June 18, 2007

Noche de triunfo





No me gusta el fútbol, podría elaborar un rico post al estilo de BuscoAlgoBarato (podría intentarlo), pero prefiero limitarme a la conclusión, no me emociona ver correr a cuarenta y cuatro piernas tras una pelota (46 si contamos al árbitro), no sigo ninguna liga, no tengo equipo y apenas veo los partidos del mundial, sólo porque me gusta la sublimación de las rivalidades nacionales que se se produce con el deporte en esas ocasiones.

Pero igual ayer tras la victoria del Real Madrid bajé a Cibeles, por un ratito, quería caminar de noche por la Gran Via entre gente eufórica. Los españolitos me recuerdan a veces a los chilenos, siempre quejándose por algo, y por eso quería verlos a todos reir y celebrar por algo, no en contra de algo, por una victoria y no por un escapismo, aunque el deporte en fin igual para mí lo sea (sobre todo si se limita uno a ser espectador).

Y claro, como dicen acá, estaba petado de gente. Muchas camisetas blancas, mucha bufanda de tela, mucho bocinazo y mucha cerveza Mahou. Muchos amigotes abrazados, yo por supuesto solo. No me gusta el fútbol, que se le puede hacer, tampoco tengo amigos futboleros.

La fuente de Cibeles estaba protegida por un hexágono de barreras cubierto de globos blancos para quitarle un poco el efecto coercitivo. Luego también había focos que proyectaban imágenes sobre el palacio de Telecomunicaciones (futura alcaldía de Madrid) con lo cual la atención de desviaba. Es que por tradición la gente se monta a la fuente y ya ha pasado antes que la pobre Diosa termina con el brazo roto. Se asume que ella es del Real Madrid, cuando en cambio celebra el Atletic la muchedumbre de torrentes se va a la fuente de Neptuno, un poco más abajo por el Paseo del Prado, frente al museo Thyssen Bornemisza.

Me conozco bien Madrid, de los suburbios no sé nada, pero en el centro me ubico incluso en el laberinto que es el Madrid de los Austrias.

Pero no estoy enamorado de Madrid, esta relación tiene que acabarse, ambos tenemos que buscarnos alguien que nos quiera de verdad. Y sin embargo no resulta difícil la ruptura. Este jueves viene Rufus Wainwright a tocar en la Riviera, donde ya vi antes a Bloc Party. Y pronto será el mega festival Summercase en Boadilla del Monte. Y viene una amiga que nunca ha estado en Europa, eso siempre es un subidón. Y yo estoy ganando más dinero que nunca antes en mi vida, aunque nada sea seguro y mi contrato pudieran no renovármelo. Es un buen trabajo, y lo hace incluso mejor saber que si se acaba tampoco me echaré a morir, porque es un buen trabajo, pero también es un montón de stress y cambios de horarios constantes y atmósfera de regimiento que será un placer dejar atrás.

El Real Madrid ha ganado su trigésima liga, Beckham se puede ir contento. Y yo también?
Ya veremos

Monday, June 11, 2007

Cosas de las que no debiera escribir

(Instrumental)

Saturday, June 09, 2007

Bullshit


El toro es noble, podría solucionar el embrollo en que está metido de manera muy sencilla, bastaría con atacar a la montura del monigote aquel que insiste en asestarle lanzazos. Primero le clavan dos que funcionan como aguijones, le dejan clavado el puñal y liberan una banderita que el jinete ondea hacia la multitud que aplaude. Mientras el toro sangra y es distraido por toreros de los típicos, con una tela roja (que no es roja, sino magenta). El toro se deja distraer, tal vez porque es noble y sabe que la gente aquí espera ver a los toros correr tras el color rojo, aunque no sea rojo, sino magenta.

Estoy en la plaza de toros de Ventas, la segunda más grande de España. Estamos en la feria de San Isidro, lo que me entero, quiere decir que una multitud de toros se sacrifican y un montón de pipas serán mascadas en honor a qué se yo.

Vine porque si tienes suerte, te regalan la entrada. Hay mucha reventa en Ventas, y cuando llegan los polis los revendedores se convierten súbito en viejos pascueros, regalando la entrada que le sobra porque su mujer no pudo venir, o su hijo prefirió jugar con la wii, que igual muchos jovenes aquí no hay, la mayoría son guiris, extranjeros que no hablan el idioma, pero vienen a los toros porque es una very typical obscenidad.

Marco cruces al costado de cada una de las atracciones turísticas que me van quedando, cuando ya no me quede ninguna de peso será el momento de abandonar España, o al menos la comunidad de Madrid. Aquí por la zona me estarían faltando: Cuenca, el palacio de la Granja de san Ildefonso, el teleférico de la Casa de Campo, y qué más? "Hoy no me puedo levantar"? ya el sábado pasado cumplí con lo de remar en el estanque del Retiro, con Vero y Lucas. Estuvo bien.

Tengo ganas de irme, nunca fue tampoco mi idea radicarme en Madrid. Esta ciudad tan hospitalaria poco tiene que ver conmigo, yo no soy de siestas (aunque ese sea un mito, poca gente duerme siesta en madrid), trasnoches, tapas (mejores son los pintxos), prefiero Serrat a Sabina, el fútbol me da lo mismo y en definitiva, tampoco tiene que ver con nada de esto, pasa más porque Madrid es demasiado parecido a Santiago, y porque no he logrado realmente encontrar a nadie interesante en plan romance-conozcámonos mejor en esta ciudad, tan distinta a Paris, donde parece haber una selección de chicos guapos e interesantes al lado de cada fuente Wallace.

Y pasa por esto, por los toros, por estar aquí sentado en el momento que el vanidoso canalla de traje ceñido le inserta una espada en el lomo y luego la retira como si fuera un medidor de aceite, goteando sangre roja, no magenta. Y el público aplaude, y sacude pañuelos blancos, y a mi me da repulsión. No es justo, no es el hombre contra la bestia, he contado al menos 5 toreros que se han turnado para picotear al mismo animal, que repito, es noble, nunca atacó al caballo, siempre fue a por las piernas del jinete.

Y claro, se puede decir que quien rechaza las corridas de toros y no es vegetariano tiene por fuerza que ser un hipócrita. Que puestos a elegir muertes, la que acontece en el ruedo tiene el paliativo del espectáculo, que es una muerte honrosa, mejor que la de los billones de gallinas que nunca salen de sus jaulas. Si, estoy de acuerdo con eso. Pero igual arrastro mi hipócrita trasero fuera de la Arena después de ver a un segundo toro ser asesinado frente a mí, verlo ser arrastrado por un carro tirado por caballos dolientes y dejar la huella de su peso marcada como un camino fatal.

Mientras, por las pantallas de los puestos de cerveza se ve al torero, henchido de gozo, en su mano tiene una de las orejas del animal, se la ha cortado. El segundo toro era más peleador, hacía el amague de la carga, acariciando el suelo una y otra vez con su pata delantera. Por algunos instantes acaricié la posibilidad de que el toro ganase esta vez (pero con certeza nadie gana realmente en estos certámenes).

Creo que me tengo que ir a Inglaterra, a ver si existen allá realmente, el fair play como los unicornios, o si se trata nada más que de un mito.

Mis amigos me dicen que no lo haga, que en España se está bien ("en ninguna parte se vive tan bien como en España", me dice un español que podría haber sido curicano). Que lo que tengo que hacer es buscarme un trabajo de periodista, donde ganaré menos, pero la pasaré mejor y haré cosas más interesantes. Que hay siempre necesidad de suches en producción de televisión.

Pero yo ya no veo televisión.

Tampoco el toro.

Tuesday, June 05, 2007

No pasa nada

-"Y para qué llamai? si aquí no ha pasado nada" me espeta mi hermano al teléfono desde Chile.

Y yo pienso, bueno, de pasar han pasado ya seis semanas desde la última vez que llamé, será que el tiempo en verdad transcurre a ritmos distintos. Y yo aquí pensando que me iban a echar en cara que los había olvidado.

Hace un año ya que me fui de casa, el 2 de junio de 2006. Y en Chile, que pasa?

Me entero que la contaminación está muy fea, que hace frío y no llueve, que hay mucha nieve pero que a nadie en mi familia se le ocurre subir a tocarla. Que mi hermano ha crecido y mi madre está desarmando mis viejos chalecos para tejerle a él otros con la misma lana. Que mi hermana espera conseguir algún trabajo en julio, que su titulo se lo entregan en octubre, que están todos resfriados, incluyendo a Felipe Camiroaga. Que el lío de platas de la Ciudad Deportiva de Bam Bam no eran más que patrañas que inventa la prensa.

Que mi hermana trajo una película en DVD que vieron en mi viejo reproductor, se llamaba "El ABC del amor" (título en Chile de "Little Manhattan", a alguien le suena?), y que era una película muy tierna y simpática que vieron todos juntos y aplaudieron al final. Ningún comentario sobre el tomo único de Persépolis que le envié a mamá para el día de la madre, queda latente el comentario previo que me había hecho (es una historia triste, no me está gustando).

Mi madre, a diferencia que mi hermano, para ella siempre pasan cosas, tanto o más interesantes que las que me pueden pasar a mi. Me entero con lujo de detalles de que una de las cotorras de la casa perdió la última falange del dedo medio por causas que se investigan, que la vecina se lo amputó y que la pajarita se mantuvo tranquila durante la operación.

Que no parezca aquí que no me importó enterarme de esto, si al cabo fui yo quien hizo todas las preguntas. Pero siempre me queda la sensación cuando hablo con mi madre, que el resto del mundo fuera de casa es como una película de cine arte que ella no entiende por qué le debería interesar.

Eso, o simplemente pasa que yo no sé contar historias. Me inclino por esta segunda opción, más aún después que un buen amigo me ha dicho que estoy escribiendo posts que apestan a "brochures para turistas japoneses". Tengo fotos de Bretaña, pero no quiero desperdiciarlas con más comentarios clichés del tipo "los crêpes son muy ricos y en Saint Malo parece que uno se va a encontrar con piratas en cada esquina, y Dinan es un pueblito encantado como de cuento".

No pasa nada.

Mi familia está bien, nadie se ha muerto. Que al cabo igual si llamé fue porque acababa de ver en el cine "The namesake", donde el protagonista se desentiende de su familia por ir a pasar las vacaciones con los padres de su novia y justo al padre le da un ataque al corazón.

Así que nada, llamaba por llamar, por saber si estaban bien. Y por eso mismo he escrito este post. Curioso de saber si este blog y si yo mismo estamos bien.

Algo que nunca me suele quedar claro.

Monday, June 04, 2007

Deseo


Dependerá de aquél que pase,
que sea yo tumba o tesoro
Que hable o me calle
dependerá sólo de ti
Amigo, no entres sin deseo


(está escrito en el Palais de Chaillot, Trocadero, Paris,
y me encanta)

Saturday, June 02, 2007

Nueva Irlanda en el Quai Branly


Los nativos de Nueva Irlanda se tomaban su arte más a la ligera que Van Gogh, lo que no quiere decir que fuera éste un arte más simple. Muy al contrario, el arte de esta isla al norte del archipiélago de Papúa Nueva Guinea cuenta como uno de los más elaborados artes tribales del mundo, y dio pie a la noción de arte primitivo, el concepto que está detrás del museo de Quai Branly, a un costado de la Torre Eiffel, en un edificio de Jean Nouvel con jardines verticales, el nuevo imprescindible de cualquier visita a Paris.

Nueva Irlanda, junto con Nueva Bretaña, forman parte del Archipiélago de Bismark, y en su época fueron colonia alemana, delicioso bocado para los antropólogos Ottos que encontraron aquí la Meca de su ciencia. Rituales elaborados, una artesanía que influyó en el arte moderno del siglo XX, multitud de clanes con costumbres curiosas. Un video nos muestra una danza en que los nativos parecen estar disfrazados de avestruces, con embudos invertidos (y enormes) de plumas sobre la cabeza, no pueden ver gran cosa, giran y giran y chocan, una parodia de los derviches o un cartoon de los Animaniacs, eso parece. Y luego nos enteramos que ninguna de esas máscaras ha podido ser encontrada, los nativos las hicieron para esa ocasión, que quedó registrada en video, y después las hicieron desaparecer y nunca más volvieron a hacerlas.

Los Papúes siguen tal vez el ejemplo de sus pájaros, de las aves del paraíso, y de los caláos, con sus picos deformes. En el hotel donde trabajo tenemos en el lobby unos totemes impresionantes venidos de Papúa Nueva Guinea, de Kanganaman, en Sepik. Están bien, pero paliceden ante las maravillosas visiones que conjuran los neoirlandeses. Tallas intrincadas, estatuas dentro de estatuas, barcas de difuntos, gorros madre, un nivel de creatividad asombroso. Y completamente desligado de la obsesión occidental por la trascendencia. Sus totems y tallas se hacían para celebrar ritos de paso, a la madurez, a la otra vida, un nacimiento, una boda. Se las hacía porque cumplían un rol mágico ceremonial, y una vez terminada esta, perdían todo valor, la mayoría se ofrendaban al fuego, unas pocas se las regalaron a antropólogos alemanes, que no sé bien que podrían haber ofrecido a cambio si la costumbre fuese el trueque.

Resulta liberador ver tanta explosión de creatividad y genio artístico desprovisto de ego y de la amargura de querer ser alguien en la vida y sobre todo alguien después de la vida. Alma colectiva, genio colectivo, exaltación de la originalidad como vuelta a los orígenes, a las aves, a los colores de las flores de la selva poblada de espíritus ancestrales. Nueva Irlanda, como la vieja, una isla encantada. Mientras queden plumas, al menos.