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A falta de Valdivia, Valladolid

(denuncio que Mac no me deja rotar la foto y guardarla como tal, ni sé como hacerlo en html)

Esto si que es clase, por primera vez he decidido coger el tren en vez del autobus para salir de Madrid. Ok, apestoso tener que pasarme dos horas en Atocha para poder comprar el billete, pero luego bien bajarse en la flamante nueva estación de metro de Chamartín, que tiene una pared con luces tipo matrix pero en azul alucinante. Y rico tomarse un café con leche rodeado de gente bien en vez de las gitanas dela estación Sur de autobuses. Bien sobre todo porque aquí hay asientos y tiendas donde comprar el periódico y creerse el cuento que voy al festival de cine de Valladolid, a pasarme el findesemana viendo películas y comiendo rico.

Pero ándale, que eso es cierto!

Valladolid tiene una doble fama en España, por un lado se dice que es allí donde se habla el castellano más puro de la península, por otro lado también Valladolid es Fachadolid, un reducto del PP donde nacieron Aznar y Felipe II, y donde murió Colón, vaya a saber uno por quién habrían votado ellos hoy en día, pero seguro que leerían el ABC, el periódico monarquista.

En fin, que como compañero de viaje saqué de la biblioteca a Miguel Delibes, vallesolitano también él, y en el tren me voy leyendo "Diario de un emigrante", donde relata su experiencia como tal en Chile en los años 50 (!). Nuestro país no queda muy bien parado, y el acento castellano puro del protagonista pronto empieza a cambiar. Digamos que su experiencia no fue muy distinta a la de los bosnios llegados a Recoleta que muestra el documental Nema Problema.

Y menos mal que el libro está divertido, porque el tren va retrasado y un despistado se baja en Medina del Campo pensando que ya era su destino porque son las once y a las once ya debíamos estar en Valladolid, suerte que le avisan a tiempo para que regrese al vagón.

Ok, creo que la vuelta va a ser en autobus.

Valladolid me da la impresión de Curicó o Linares. Un sitio muy tradicional, no tan turístico como Salamanca (no encontré un solo sitio donde vendiesen postales de la ciudad), no tan bien preservado como el centro de Burgos y sin embargo, un sitio donde uno puede muy rápido sentir que ha vivido ahí de toda la vida.

Como siempre, tuve suerte, encontré una pensión por 15 euros a pocas cuadras de la plaza mayor, luego me fui a hacer la cola para comprar entradas para la gala de inauguración ("Persépolis", de Marjane Satrapi) y en la cola pronto ya me había hecho de buenos datos de donde comer (el potaje de los viernes en el hotel Roma, al rico plato de garbanzos con espinacas y luego un revuelto de setas y espárragos trigueros) y compañía, un chico español recién llegado de Puebla, Mexico. Con el acento completamente pervertido por los cuates, David se va en tres semanas a Irán y estaba obsesionado con la Satrapi.

Total que tras el potaje nos fuimos a la conferencia de prensa, yo le editaba sus preguntas y al cabo este tío monopolizó el asunto y se llevó foto y autógrafo y Marjane le dijo que si le pedía que bailara con él también lo hacía. Los periodistas no suelen ser tan fans, y que se lo digan a Gonzalo Suárez y el elenco de "Oviedo Express", que tuvo que salir a defenderlo, pero nada, que eso fue al día siguiente.

El viernes vimos Bus Nocturno, una execelente peli iraní sobre la guerra Irán/Irak, luego más tarde Persépolis y en la alfombra roja de repente veo pasar una cara conocida..Joel!, le digo, y claro, era Joel Poblete, crítico de cine y miembro del jurado Fipresci acá en el festival, si el mundo es muy rechico.

Y ya con tanto contacto, (habíamos semi ligado con una periodista canaria del nuevo diario Público) claro que teníamos el dato de donde era la fiesta de la noche, y partimos al Patio Herreriano, donde tocaba Leonor Watling con su grupo, Marlango. El resto de la jornada se nos fue entre jamón pata negra, champagne y delicias varias.

Al día siguiente vi My blueberry nights, Oviedo express y La ley del deseo. Si, la de Almodóvar, viejita, pero igual fue la mejor de todas las que que vi. Quería verla en pantalla grande. Es terrible, el personaje de Antonio Banderas me da escalofríos. A Poncela deberían hacerle una retrospectiva. Carmen Maura asumo que ya las ha tenido.

han sido dos días bien aprovechados. Atravieso el Campo Grande, pero esta vez no veo ningún pavo real, duermo como un lirón en el bus y llego a Madrid, que cada vez me parece menos España y más New York por esa cosa tan cosmopolita que tiene, tan soy de todos y no soy de nadie.

+ fotos en flickr

Me encanta Marlango!!!

Besos,

P
xxx

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