Victoria Park
Pequeño momento de júbilo personal en medio de la gran celebración de la Clausura de los JJ OO; he dado con mi lata de Whisky Cola que dejé escondida en unos arbustos al lado de Regent's Canal, y todavía sigue fría! Miro a mi alrededor, quiero compartir este triunfo con alguien. Al final aparece una pareja de Voluntarios, "we like that" me dicen. Y me voy caminando con ellos, me preguntan lo típico, que de qué país soy, que cuanto tiempo llevo aquí, y qué me pareció la ceremonia. Si acaso entendí todas las referencias culturales, el coche amarillo, Del Boy y Darcey. "I'm not gonna be pretentious and claim to know all the cultural references", pero la cultura british es universal y me emocioné en varias ocasiones, con Ed Sheeran cantando Wish you were here, con la canción de Take That, con Liam Gallagher y Wonderwall. A ratos parecía que el mundo si se acababa este año año y que había que meter toda la carne a la parrilla: Lennon, Bowie, Freddy, las Spice Girls y FatBoySlim.
Tres horas antes no había mucho motivo de júbilo. Salí del trabajo un poco antes, y corrí a Hyde Park por esa remota posibilidad de conseguir un ticket para el concierto de Blur. Se escuchaba desde lejos a The Specials, se escuchaba demasiado bien. Un atardecer espléndido, tibio y soleado, casi irreal. Me pongo a conversar con una colombiana que está en las mismas que yo, queremos ver a Blur, pero también la ceremonia, y los tickets están agotados. Buscamos juntos a un revendedor, y damos con un sujeto que parece sacado de una novela de Irvine Welsh, con las manos debajo de la polera rascándose la panza y ofreciendonos billetes por 150 libras, tres veces su precio original. Le digo a la colombiana que ni aún con sus indiscutibles artes de negociación podríamos conseguir un precio justo, y que este tipo me inspira cero confianza. Al final la convenzo que vayamos juntos a Victoria Park, donde tienen pantallas gigantes y la entrada es gratis. Bajamos al metro y no va a ser que encontramos un papel botado que resulta ser una entrada para Hyde Park, una hoja impresa con un código de barras, podría ser una fotocopia, pero podría no serlo. Le digo que tiene que intentarlo, ella que recogió el papel, pero que yo continuo rumbo a Victoria Park.
Central Line hasta Mile End, ahí me bajo, compro un sandwich y dos latas en promoción. En vez de seguir a la muchedumbre me voy por el parque bordeando el canal, hay una tocata en las barcazas. Todo termina hoy, This is the End. Y apuro el paso, entonces oculto la segunda lata junto a un poste con el número 11 que indica una ciclovía o algo así.
Y luego vienen 40 minutos de cola, si puede llamarse cola a una multitud variopinta acorralada contra el control mientras una voz cada vez más gastada repite por parlantes "Les recordamos que no está permitido ingresar líquidos u objetos punzantes, disculpen por la demora". Esta es mi idea del infierno, le digo a quien me quiera escuchar, y BT bloquea mi señal de internet así que no puedo enterarme ni por twitter qué está pasando en el show, que ya comenzó.
Lo mejor sería estar en Stratford, en el Estadio Olímpico, aunque sospecho que lo mejor habría sido haber comprado a tiempo un billete para Hyde Park, a 55 libras. Victoria Park era la tercera opción, pero quedarme atascado en una fila que no avanza no estaba dentro de mis planes. Escribo en mi facebook status: "Nunca me perdonaré no haber comprado el billete para Hyde Park, soy un fracaso de ser humano", pero no tengo señal y no me lo postea.
Mis planes. Quería estar en Londres para los Juegos y lo he conseguido. Cada mañana he leído el periódico y seguido las competencias. Estoy trabajando en un hostal, como recepcionista. Todo está bien, todo se ha dado como quería y sin embargo todo es tan terriblemente precario e insostenible. Es lo que tiene vivir en base a metas cortas, carreras de 100 metros planos. No tengo la menor idea que será de mi el proximo año, no tengo la menor idea qué será de mi esta Navidad. Pero luego, quien lo sabe a ciencia cierta?
Entramos, conozco Victoria Park, vine antes esta semana cuando estaba casi vacío y sé que no vale la pena atascarse frente a la primera pantalla, la más grande está al fondo, junto a la tirolesa, más allá de la Ferris Wheel. Llego y me siento al lado de un grupo de ingleses jóvenes, la juventud dorada del UK. Hay un chico igualito a Damon Albarn. Les pregunto qué me perdí, me responde una chica con una descripción muy vaga, Damon se ríe de ella. Es el momento de la premiación de la Maratón masculina, cuando tocan el himno de Uganda mucha gene se pone de pie y nos tapan la visión. Yo grito, "Hey, the Ugandans! sit down please". La inglesa se ríe y me dice "I don't think those people are Ugandans". Creo que no entendió el chiste. Mejor será que siga avanzando.
Entonces llego detrás de un grupo de españoles, que no sé de qué provincia perdida vendrán que se ponen a gritarle cosas a George Michael, gay le gritan, como si a él le fuese a importar. En general me suelen caer bien los españoles, pero estos me dan demasiada vergüenza ajena. De repente John Lennon está en la pantalla!!!! Imagine!!!, Imagine no Religion. Me encanta como le meten contenido subversivo a estas ceremonias los ingleses. Pero que aburrido, estoy rodeado de grupos que se vinieron con mantitas y todos sentados y nadie canta. Seguimos avanzando. Más españoles, un grupo que está preocupado de por donde van a salir, y no se callan y vuelven sobre el mismo tema una y otra vez, que si por aquí, que si allá. Huevones lateros. Hasta que voy y le digo, "No seais majaderos, si os quereis ir pues moveros y ya, que acá queremos escuchar a las bandas". Wish you were here. Solito y gruñón, toda la gente que quiero está lejos y prefiero estar solo, alone with everybody, antes que con alguien que acabo de conocer. Sigo avanzando, saltando entre las mantas hasta que Bingo!
Justo frente a la pantalla, al mismo tiempo que Fat Boy Slim aparece montando un pulpo gigante, hay un grupo de gente joven alborotada bailando con banderas y haciendo el loco. Es la única manera de seguir esta transmisión. Y ahí me integro, cantando Wonderwall a grito pelado, los grabo a todos cantando a coro "Always look at the bright side". Shiny happy people. You should be dancing. Mr.Blue Sky.
Y llega un pendex skin sin polera y me grita a la cara como endemoniado, y yo le grito de vuelta y nos damos un abrazo. Y una chica con pelo fuchsia igualita a Grimes me coge por los hombros y juntos sacudimos los brazos. Cuando llega el turno del himno de Brasil parece que estoy rodeado de brasileros. Y ciertamente aquí está toda una generación que creció con las Spice Girls y que corean el tema de Take That, que está re bonito. We can rule the World. Pero luego también todos se saben la letra de Baba O'Riley de The Who.
Victoria Park al final estuvo fantástico. tan pero tan bueno ha sido todo estas semanas que mañana lunes estaré con depresión, y tendré tiempo para escribir todo esto en un blog, como hace tiempo que no lo hacía.