A J no le gusta mi musica, dice que carece...de estilo. Que son temas que los podria cantar cualquiera, que The Cardigans tienen el mismo sabor soso que Sheryl Crow.

Se puede o no estar de acuerdo con eso, pero lo cierto es que en este pais el estilo es algo muy importante. Viendo este sabado una exposicion de arte contemporaneo en el Grand Palais me daba cuenta, los franceses se nutren de estilo, exigen estilo, todo el tiempo, estilo propio, una marca original e inimitable, es por eso que aca aman tanto a Almodovar. Es todo un asunto tambien de llegar primero y hacer ruido, pero tiene que ser un ruido estiloso.

Es el estilo que hace entrañables tanto a Blur como a Hannibal Lecter. Porque es en el estilo que los conocemos y los reconocemos mas tarde, porque el estilo es el molde de la esencia.

En frances, limpio se dice "propre", que suena a "propio". Lo limpio es propio, lo ajeno es sucio. Y la obsecion cultural con la originalidad se repite.

Es domingo y estoy en Saint-Cloud, un parque magnifico con juegos de agua y lectura de poesias (Victor Hugo, Lamartine, Queneau) acompañadas de piano, la gente guarda un muy respetuoso y contemplativo silencio que J rompe para comentarme, desde su precipitado juicio de turista.

- Esto es lo que yo senti que faltaba en Santiago, ustedes tienen mucha gente con plata, pero poco arte en saber gastarla.
- Poco arte en saber gastarla publicamente, querras decir. Pero en el fondo lo que el me dice es lo que siempre se ha dicho de la alta burguesia chilena, que son unos nuevos ricos, sin clase, sin estilo.

Esto es Francia, piensa uno al caminar entre kilometros y kilometros de jardines y estatuas y fuentes y perspectivas y setos y pinos con forma conica tan perfecta que llega a ser ridiculo, y me acuerdo del "Perdon, Madame, pero esto es Versalles", que dice Steve Coogan en Marie Antoinette (A shallow film about shallow people, como dicen en Imdb). Se piensa en los aristocratas, se pasea uno por sus palacios y parques y se les perdona, que ya igual de todos modos les cortaron la cabeza pero dejaron como herencia estos parques magnificos. Saint-Cloud es de 1669 y tiene fuentes de agua que disparan al aire chorros sincronizados que todavia funcionan.

Los aristocratas tambien terminaron por redimirse frente al pueblo gracias a, era que no, el estilo. El estilo de los jardines encomendados de Le Nôtre, pero tambien el estilo de gastar, y saber como.

Gastar por ejemplo en una flor de té, las han visto? Creo que precisamente en este momento hay alguna chilena empingorotada llenando la maleta de flores de té que compro en las Galerias Lafayette para obsequiarlas a sus amigas en Chile, pagar un articulo en la Paula y ponerse con una boutique en el Mall La Dehesa. Las flores de té son exactamente eso, una especie de crisalida que puesta en agua caliente abre sus pétalos aromaticos y cumple con el doble proposito muy valorado aqui, de mezclar el placer estetico con el placer deglutivo.

Estética, vaya con la estética. Yo nunca quise ser extravagante porque me parecia que equivalia a ser falso, y ahora hay veces que me miro en un espejo y siento que lo verdaderamente falso es la falta de estilo. Lo verdaderamente espureo es cortarle la salida a las propias extravagancias.

Suerte la mia que aca igual anoto algunos puntos estilisticos gratis por razones genéticas, estoy a medio camino entre muchas etnias y si, debo reconocerlo, mis rasgos tienen un estilo propio que aca se aprecia. (que huevon mas engrupido, pero es verdad).

Estilo es entonces aquello que te justifica en tu individualidad, mientras que en Chile se ataca el ser divergente, aqui eso es lo valorado. Sera tal vez herencia de la ocupacion nazi, y del secularismo republicano, y de generaciones y generaciones de artistas de todo tipo que vinieron a esta ciudad porque su diferencia les hacia sentirse validos y meritorios de reconocimiento. Aun asi no puedo dejar de pensar que el estilo es una preocupacion preciosista a fin de cuentas vana.

Una publicidad intervenida en el metro, se trata de un aviso que muestra a un torbellino de CDs que se precipitan en direccion a un pequeño I-pod, la leyenda defiende los derechos de autor y ataca la pirateria, protegiendo y mas aun, venerando... al estilo.

Un grafitero ha escrito encima, "Y los derechos intelectuales de Africa, qué?"

Tiene razon, los verdaderos creadores no suelen recibir el credito que merecen, mas que estilo, se trata de como vendes el estilo, como te apropias de él con el manejo de los medios. De Africa provienen gran parte de las "originalidades estilisticas" que marcaron las artes visuales del siglo XX, Picasso, Brancusi, Modigliani, se inspiraron en el arte tribal, robaron su alma, secuestraron su estilo y lo vendieron como propio.

A fines de esta semana se inaugura aqui un museo que podria ayudar a aminorar ese plagio. El Musée de Quay Branly, un edificio del arquitecto Jean Nouvel, proyecto regalon de Jacques Chirac, que ademas de alcalde de Paris y actual presidente francés es un perito de las manifestaciones antropologicas primitivas artisticas del tercer mundo.

Es importante, podria serlo, durante tanto tiempo el arte occidental ha guardado el monopolio del estilo y ha alimentado sus vanguardias con tradiciones ajenas, que a todos nos cuesta reconocer el valor artistico de las llamadas "artesanias" del resto del mundo no occidental. Piensa uno que son hechas en serie, las figuritas de crin de caballo de Rari, los tallados en Toromiro de Rapa Nui, porque si, se venden como mercancias, pero lo mismo se venden afiches de la Mona Lisa y nadie discute que el autor del original era un maestro.

No lo sé, tengo altas expectativas con Quay Branly, que abre sus puertas gratis por 3 dias este viernes 23.

Altas expectativas... de qué exactamente? La historia del arte ya esta escrita, y lo siento por los arqueologos que quisieran, pero saben es imposible, aportarnos el dato de quien fue el primer tallador de mascaras africanas, o el primero en descubrir los multiples usos de la leche, o que las langostas se podian comer.

El estilo, despues de todo, es vano. Es un juicio sobre variables discutibles que acordamos respetar como parapeto frente a lo endeble de nuestro entendimiento del mundo. Nos movemos entre apariencias, mientras que lo esencial, lo esencial.... bueno ya lo dijo Antoine de Saint Exupéry, quien tiene un busto en la plaza Santiago de Chile, junto a los Invalidos, es una plaza muy bonita.

Una plaza con cierto estilo.

Posted by Barro on Monday, June 19, 2006 at 12:51 AM | Permalink