Resulta que si es posible tomarse una cerveza "barata" cerca de Saint Michel, por barata entiendase comparativamente, aca no se puede vivir si uno hace el cambio de moneda todo el rato. Digamos que a 3.5 euros, la mitad de lo que el otro dia, con gusto pagué por mi dosis de Amstel.

Y que mejor ocasion, Claudia, hermana de mi amiga Sol me ha invitado a ver el partido de Argentina contra Alemania junto a un grupo de chilenos. Chilenos si, estudiantes, matematicos, con rostros que suenan a terroir, a producto del terruño. Nos dirigimos al pub irlandés Le Gentleman con unas oranginas light que nos han dado en la calle y me ubico en el segundo piso junto a unos colombianos, un polaco, algunos norafricanos y un par de alemanas rubias. Argentinos pasamos lista pero no hay ninguno, da igual, espiritu latinoamericano, todos a hacerle barra a Argentina. Aunque las mujeres se derritan por Ballack, y yo y el polaco animemos a Podolsky, por razones distintas.

Pienso en mi amiga Sol, que esta en Baires, pienso lo que debe ser ver un partido como éste rodeado de una masa involucrada con las caras pintarrajeadas y el dia libre en el trabajo. En verdad vale la pena clasificar. Pelao Acosta, no te deseo mal pero...

Que era lo que queria contar??? Ah, claro, pues que aqui estamos viendo el juego, tomando cerveza, hacia tiempo que no me sentia tan integrado a un grupo, poco a poco nos vamos haciendo mas fans de Argentina, que en realidad de los dos equipos es el que esta jugando con mas garra, pasion latina contra tecnica europea, me tengo que imaginar lo que dicen los relatores.

A mi lado, un joven nativo de Bogota, pero que vive en Paris hace doce años, comenta con gran escandalo (como corresponde), las jugadas, las decisiones del arbitro, el gol de Ayala, la estrategia de juego. yo, un poco intimidado de que vaya a notar mi escaso conocimiento de este deporte, que solo me interesa cada cuatro años en la Copa Mundial, le celebro todos sus comentarios y me le sumo, poco a poco haciendo yo mismo escandalo por algun "hors d'jeu" (off side) que no era tal, o algun "but" (gol) que estaba cantado. Me cae bien el colombiano, me gusta Colombia, y estoy en esos momentos y lugares en que uno quisiera no ser gay y poder emocionarme de igual manera que el resto, saltar del asiento, gritar y abrazarse pensando solo en el deporte.

Gol de Alemania, que desastre, era tan bonito imaginar una victoria Argentina y ahora parece que nos vamos a los alargues. Hay recambio de jugadores y recambio de espectadores, unos se van, otros llegan, en eso estamos y el colombiano recibe a un amigo, un francés alto con pinta de Clark Kent, le cede su asiento y se instala en el suelo, con la cabeza entre sus piernas, digo, las de Clark.

Sera posible?

Y si, pues lo es, que gusto da cuando los estereotipos se derrumban sin ruido, como si nunca hubieran existido. Me siento al lado de Claudia, que me confirma lo que parece evidente. Creo que ella musita un "que pena", yo en cambio pienso que es lo mas tierno que he visto en mucho tiempo en esta ciudad libidinosa. Todavia hay espacio, para estos pequeños detalles que en este antro de supuestos latinos futboleros machistas pasan desapercibidos, cederle el asiento a tu novio y seguir los movimientos de la pelota con la mejilla rozando su rodilla. Me hace incluso olvidar el mal resultado de los penales.

Nos vamos, ha sido un buen rato de fraternidad ULA, el colombiano me dice que siempre vienen aca y que tal vez nos vemos otro dia. Yo le digo, ha sido un gusto y, por lo bajo, haceis bonita pareja.

Me guiña un ojo, que es lo que corresponde en situaciones de este tipo.

...

Extra, Francia elimina a Brasil y todos los aburridos pronosticos se van al carajo mientras nosotros nos bajamos euforicos una viuda y partimos burbujeantes hacia los Campos Eliseos, donde todavia quedan algunos portugueses celebrando lo suyo.

Posted by Barro on Saturday, July 01, 2006 at 11:30 AM | Permalink