El suicida de Vavin
Hay silencios que son mil veces mas elocuentes que la andanada de palabras que los preceden. Como siempre despues de descargarme en caracteres pixelados, me quedé liviano y silencioso, casi reverente, pensando que nada tiene importancia, ni peso, solo aroma. Y sali de casa dispuesto a sacudir mi estres caminando en otro dia mas de verano parisino repleto de turistas que se mueven como autitos a control remoto.
Saco mi libro "FanFan" de Alexandre Jardin, que va sobre un joven que decide nunca concretar el amor que siente por su enamorada para asi evitar que éste se corrompa y se termine. En la version filmica los personajes fueron interpretados por Vincent Perez y Sophie Marceau. Yo iba en la parte en que el personaje de Vincent le ofrece a FanFan una flor Edelweiss que el dia anterior habia ido a cortar expresamente en los Alpes suizos para ella. En eso estaba cuando las luces del metro se apagaron y el tren se detuvo en el tunel entre Denfert Rochereau y Raspail.
Una voz dice por el parlante, con un audio rechinante, algo sobre una "usine", una fabrica?, un motor que se ha quemado? No, no es eso, el mensaje se repite y las expresiones en las caras de la gente corroboran mi segunda interpretacion de ese francés de parlantes añejos. Alguien ha cometido suicidio arrojandose frente al tren en la estacion Vavin, que es la que sigue a Raspail por la linea 4.
La luz vuelve, pero no puedo seguir leyendo. Es un dia hermoso, como para ir a las playas artificiales que el alcalde Delanöe ha instalado junto al rio Sena. Pero para este desconocido, un hombre, el azul del cielo ya no tiene importancia, ni la volvera a tener.
El tren se detuvo de subito, pero no es el nuestro, sino el siguiente, el que podria estar manchado con sangre. O tal vez no hay sangre. No, claro que la hay, si los rieles no son parejos y un cuerpo que cae entre las tablas es un cuerpo que el tren a su paso bien puede desmenuzar, o por lo menos dislocar fatalmente. Recuerdo todas las veces que he visto ratoncitos grises entre las lineas del metro, recuerdo ayer, en Saint Placide, a dos Sin Casa que dormian la mona a las siete de la tarde recostados en la fila de asientos del andén. Desde hoy el metro de Paris cuenta con un nuevo miembro en su elenco de fantasmas.
Un nuevo mensaje por el circuito interno de radio y la gente se levanta de sus asientos, "Debido al suicidio que ha tenido lugar en la estacion Vavin, el trafico de la linea cuatro sera interrumpido entre Chatelet y Porte d'Orléans, rogamos disculpen los contratiempos que esto les pueda provocar"
Y un caballero negro con gorra verde de cazador alega, dice que es el colmo, que si uno se quiere suicidar que lo haga saltando de un 16° piso, pero que no es necesario hacerse publicidad y arruinar la puntualidad del resto de la gente que sigue viva. Hay en su alegato un reproche contra la forma, pero no contra el hecho mismo, y me pregunto mientras subimos por la escalera todos apiñados como ganado ovino, cuantos de nosotros habremos pensado alguna vez en tirarnos al metro, y cuanto lo habremos pensado un homenaje de mal gusto a Anna Karenina.
A mi lado, un perro ovejero blanco con la lengua afuera jadea su camino entre la multitud multicolora. Es un perro guia, lleva arneses, y curiosamente sabe su camino entre los pasillos laberinticos del metro de Paris, lleva atras suyo a una mujer asiatica, delgada, de pelo largo y negro liso. El perro se detiene al llegar a una encrucijada, espera que se disipe un poco el gentio y luego conduce a su ama en direccion a Saint Denis.
Estoy seguro que al suicida de Vavin le habria venido bien tener un perro de estos. Los ciegos con perros guia no caen frente al tren que viene, sino que esperan, esperan a que las puertas se abran, y entran sin mayor escandalo.
Sad, but still I loved it...
Hugs!
Posted by Manuel | 11:46 AM
Post a Comment