Barro judío
Son tres los arcos monumentales en el Foro y proximidades, el más grande, que se ubica fuera, junto al Coliseo y el monte Celio, es el Arco de Constantino. Luego hacia el lado del monte Capitolino se halla el arco de Septimio Severo, en ninguno de estos dos, que había mirado bien, había encontrado yo a la menorah, el candelabro de siete brazos, uno de los tesoros de la tradición hebrea, saqueado por los romanos cuando allanaron el Templo de Salomón en Jerusalén.
Más hollywoodesca es la historia del Arca de la Alianza (Ver, Indiana Jones I), la menorah de Salomón en cambio, al no ser en definitiva más que un candelabro desprovisto de poderes, no ha inspirado a los productores cinematográficos en la misma medida. Yo sí leí una historia sobre la menorah, no sé si escrita por Zweig o Rilke. Se trataba de una asociación secreta de rabinos que se había encargado de protegerla durante siglos y que temían la llegada al poder de los nazis, al cabo terminaban enterrando su tesoro en un sitio donde nadie pudiese acceder a él, ni siquiera ellos mismos. "Una idea muy judía", me dijo una amiga askenazi.
Pues se dio el caso que esta vez había una familia entera de kippas, (el gorrito aquel que tan bien le sentaría al remolino de mi coronilla) fotografiando un detalle del Arco de Tito, que está al interior del Foro. Me acerqué y ahí estaba, la Menorah. Feliz, le comenté a uno de los judíos que enhorabuena, gracias a ellos había encontrado lo que estaba buscando. Resultó que era argentino y muy amable, (por no decir gentil), me dijo "y pensar que la gran mayoría de estos turistas pasan por aquí al lado y no saben lo que ven". Me presentó a su familia, su mujer, dos niños y un bebé en coche. Quería saber de donde venía yo, le dije que era chileno, peor que ahora vivía en Madrid. Le pareció muy bien. Le pregunté si el también había perdido el vuelo, pues resulta que si bien al principio fue olvido mío al día siguiente tampoco salió ningún vuelo de Fiumicino por huelga del personal de aeropuertos. Todo iba bien, ya veía yo que me ofrecían un empleo cuando el amigo judío che me pregunta.
- Y che, boludo, conocés vos al rabino Dan?
- bueno, esteee, yo no,...soy
- No sos practicante?
- No soy judío
- .....
Instantáneamente multiplicado por cero por el patriarca de la familia, los judíos viraron en otra dirección siguiendo las ruedas del cochecito dejándome solito junto al arco de Tito.
Es una indiscreción saber de historia judía sin ser descendiente de Jacob?, es muy humillante para un judío suponer que otro lo es cuando no lo es? será simplemente que el tiempo en Roma es valioso, y no estamos como para perderlo con gentiles, por gentiles que sean, que no conozcan al rabino Dan.
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