Vincent
Esto tiene algo un poco de embarazoso, siento que San isidro me está echando los tiros, mandandome esquelas perfumadas de buen tiempo y no sé en verdad qué me ve. El caso es que me voy de Madrid y empieza el temporal, y llego a Paris y a los pocos días sale el sol, y voy a Bretaña, casi que buscando la lluvia adrede, y en la mismísima Bretaña el sol me alumbra, hasta casi el ultimo día que me quedo en Paris,cuando la lluvia me arruina la visita a Parc Asterix (mejor, porque igual fome ir a un sitio así solo), y ahora estoy de vuelta en Madrid, y adivinen quien está radiante en el cielo, el sol, mi amigo. Me siento responsable del cambio climático global.
Ok, estuve en Francia y debo escribir de aquello, por el simple hecho que lo que no se comparte se pone rancio, y parte de mi jura que mi buena suerte se debe a que en el fondo el planeta me tiene contratado como periodista free-lance, y que debería escribir más, y mejor.
Así que hoy escribo otro post, con un dato para los que vayan a Paris y quieran hacer algo nuevo.
Algo así como tomar el tren a Pontoise y luego cambiar de linea en dirección a Auvers-sur-Oise
La idea me vino visitando el Musée d'Orsay, el museo del siglo XIX, uno de mis favoritos en Paris, donde puede uno regodearse con Camille Claudel, Edouard Vuillard, Georges Seurat, Camille Pissarro, Cezanne, Gauguin, Caillebotte, Alma-Tadema y mi querido Toulouse Lautrec.
Ok, fotos, fotos, fotos. Ojo con el busto de Madame Vicuña, señora del embajador de Chile en esa época, tallado por Rodin. (Si, en el musée d'Orsay tampoco falta una chilena).
Ok, pues no tenía nada planeado para el día siguiente, así que me fui a buscar la iglesia ésta, que está en un pueblito, Auvers-sur-Oise, a unos 45 minutos al norte de Paris, en tren.
Auvers-sur-Oise, eso quiere decir que el pueblo de Auvers está junto al río Oise, o sea, este:
Se trata de un pueblito tranquilo donde los gatos duermen en plena calle, hay un castillo dedicado a ilustrar la época de los impresionistas, está de puta madre el castillo, uno entra y se encuentra con los trabajos urbanísticos de Haussmann, luego pasas a otro salón y resulta que es un cabaret donde se baila el can can y se bebe ajenjo, el recorrido lo hice solo, no habian más turistas en el castillo y me sonreía pensando en la larga fila que tuve que hacer para entrar al musée d'Orsay. La exposición te cuenta cosas interesantes, como que todos los impresionistas, salvo quizás Renoir, eran cuicos o bueno, hijos de la alta burguesía, que su rebelión contra el arte academicista fue tan estilistica como generacional, que se iban todos de putas (salvo Berthe Morisot, que era mujer, suponemos que ella no, aunque igual quien sabe), pero lo bueno es que acá te cuentan de la vida de estas putas, y hay fotografías de la época, bastante descarnadas. Un salón está decorado como la estación de Saint Lazare, de donde partían los trenes que llevaban a los impresionistas al campo y al mar, el tren hizo posible las escapadas, nacen las vacaciones. Otro salón es de hecho un vagón de tren, en cada salón hay audiovisuales que te van contando todo (también en español), y al final se llega a un salón que es una playa de normandía. Ja, todo un hallazgo este castillo, y afuera hay jardines y sol, y el río, y el pueblo, claro.
En el pueblo se puede visitar el albergue donde vivió sus ultimos días Van Gogh, se puede desgustar el mismo menú de la época, hay un museo dedicado a Daubigny, el menos famoso de los impresionistas, tanto que ni me animé a visitarlo. Y es que en verdad la gracia de Auvers consiste en pasearse por el pueblo imaginandose que uno es pintor y buscando rincones que impresionen algo. Van Gogh llegó a vivir aquí en mayo, y murió en julio. Así que es gracioso pensar que las mismas florecitas silvestres que adornan cada jardín son las que determinaban los tubos de colores que éste compraría. Van Gogh pintó la municipalidad, y varias casas, pinto a la familia entera dueña del albergue, sugerencia de Théo? me pregunto si acaso algún cuadro fue entregado como pago de alquiler, y si la casera habría comprendido entonces el buen negocio que estaba haciendo.
A lo largo de todo el pueblo se pueden ver reproducciones de cuadros instaladas en los lugares donde éstos fueron pintados. Hay una reproducción del famoso retrato del doctor Gachet, en frente de la casa del doctor Gachet. Y no son sólo Van Goghs, también estuvo aquí Corot, y Cezanne y Pissarro. Y Daubigny, vale, pero es que creo que este último nació acá.
Ok, fotos, fotos
estatua de Van Gogh, por Ossip Zadkine
El retrato del doctor Gachet fue vendido por 82,5 millones de dólares en 1990, y ahora nadie sabe donde está. Por suerte hay otra versión en el musée d'Orsay. El verdadero doctor Gachet vivía en esta casa.
Esta es la "Maison du pendu", pintada por Paul Cezanne, y a la derecha la Maison du Pendu en la actualidad, con un gato que bien podría llamarse Cezanne. Nótese el cambio de las estaciones, y del tejado, que lo reformaron antes que les dijeran a los propietarios que su casa no les pertenecía, que un cubista se las había pintado-arrebatado.
Aquí, una de Corot
Ok, esta casa no la pinto nadie que sepamos, esta la habría pintado yo, porque, qué más intrigante que este puentecito de madera que conecta con un ático? (ahora clausurado)
Del pueblo se sale y se llega a los campos de trigo, Vangoghianos totales (con un algo de Monet, también):
Una de sus últimas pinturas, en el paisaje que sirvio de modelo, faltan tan sólo los cuervos, que volverán aquí en julio, cuando el trigo esté maduro y a Vincent le de por seguir el camino de su oreja. A la edad de 37, aquejado de una fuerte depresión, en este mismo campo, disparó un revólver contra su pecho ("the world was never meant..."). Murió tras dos días, en su cama del albergue Ravoux, con Theo a su lado. Sus últimas palabras: "La tristesse durera toujours" (La tristeza durará por siempre).
Theo murió seis meses después, de Sífilis, en Utrecht, pero su cuerpo fue exhumado y traído aquí, junto al de su hermano.
Porque claro, Van Gogh murió en Auvers, y aquí sigue enterrado
Y la iglesia? sí, la iglesia famosa, que ya me tengo que ir
Y sin embargo no se sale triste de Auvers, todos sabemos que Van Gogh, lo mismo que Praxiteles, no murió nunca, que sigue más vivo que todos los habitantes de Auvers en aquella época, que a esos sí que se los llevó el río, donde ahora sus descendientes practican remo.
Y es que parece a veces que no hay más opción sensata que este par: o practicar remo a favor o en contra de la corriente, o echarse a volar, con los cuervos.