Praxiteles en el Louvre
Donde más podría uno desfilar frente a estatuas de mármol del siglo I y contemplarlas despectivamente sabiendo que no son más que copias. Copias romanas de unos originales producto del genio de Praxiteles, el más grande escultor griego de la época clásica, a quien le está está dedicada esta exposición de la cual precisamente es él el gran ausente.
Si, muy gracioso, no hay obras de Praxiteles en la exhibición, no al menos que puedan atribuírsele con certeza. Hay una base de una estatua donde se lee en letras griegas "Praxiteles me hizo", datada en el siglo IV A.deC., pero de la estatua vaya uno a saber que pasó. El concepto de esta expo es por lo tanto bastante curioso.
Praxiteles fue el primero en esculpir a una mujer desnuda con realismo, la Afrodita de Cnido. Se supone que los ciudadanos de Cos le habian encargado una estatua de la diosa, y el hizo dos versiones, una vestida y la otra desnuda. A los de Cos les dio cosa la imagen sin ropas de la diosa, que sin asomo de pudor se revela en toda su belleza, ellos compraron la versión vestida y luego a los habitantes de Cnido les salió más barato comprar la otra versión, y de paso se hicieron famosos, pues es evidente ahora cual estatua resultaba mejor para el turismo religioso de la época.
Y entonces claro, no quedan obras talladas por el cincel mismo de Praxiteles, pero quedan copias. Sus obras fueron tan famosas, tan citadas, que se convirtieron en arquetipos, y así es como durante el imperio romano se encargaba para adornar una villa un Apolo Sauroktonos, un Sátiro Capitolino o una Venus de Cnido como quien ahora escoge un gnomo con gorrito en punta.
Esta expo reune a muchas de estas copias, copias magnificas que sin embargo no son más que copias. Algo así como reconstruir la carrera de los beatles en función de los covers de sus canciones.
Según la historia Praxiteles se enamoró de una modelo suya, Phryné, que era una puta famosa por su belleza y por fijar ella el precio que cobraba a sus clientes. Ella habría sido la Afrodita de Cnido original, de la cual la obra de Praxiteles también habría sido una mera copia.
Mmm, debería insertar algún comentario inteligente aquí
Al final de la expo hay una estatua de bronce que fue rescatada de un barco en el mar de Sicilia, no se sabe, podría tratarse de un Praxiteles original. Y como saberlo? Los rostros de las obras de Praxiteles son muy especiales, expresivos pero extáticos, los ojos apenas esbozados, segun la expo se puede distinguir prefectamente entre una cabeza tallada por Policleto y otra tallada por Praxiteles. Viendo las copias puestas unas al lado de otras es cierto que no son iguales, que son reflejos pálidos la mayoría. Por otro lado la estatua de bronce representa a un sátiro danzante en extasis. Con una pose para nada clásica, una pose que tal vez no convenció a los burgueses romanos que encargaban copias. Vaya uno a saber, pero me gustó mucho esta expo de un artista mítico, de quien no quedan obras, y de quien no obstante uno sale sintiendo que le conoce. Praxiteles que juega con el tiempo, no sabemos si Afrodita acaba de desnudarse o empieza a vestirse, si Apolo se prepara a matar a la lagartija o si simplemente se complace en contemplar al reptil que sube por el tronco, el genio está ahí en esa energia que trasciende al material, y que impresionó a sus coetáneos al punto que ahora sea posible ir a una expo sobre un artista al que no sobrevivieron sus obras, solo el recuerdo, y salir maravillado.
Pero es que todo actualmente es una copia. Es como ir al zoológico y ser demasiado pretencioso al creer que conoces a los animales porque los ves allí (cuando realmente allí no son, ni se comportan como realmente lo harían en su hábitat)…burda imitación del original.
Creo que hasta yo soy una copia de mi mismo, de cuando era un poco feliz….y al fin y al cabo como toda copia, ahora soy imperfecto (léase ya no soy tan feliz como antes, o al menos como quisiera serlo)
La única forma tal vez de conocer a Praxiteles, sería haber vivido en su época y haberlo visto trabajar (que se yo, habiendo modelado para él, cual sátiro danzante, y con una placa para la posteridad que dijera “Praxiteles me hizo”, o haciendo parte de la sociedad que compraba sus obras –y que al fin y al cabo eran quienes modelaban o limitaban su creatividad, por exigencias o gustos de una sociedad de la época clásica-).
En todo caso a Praxiteles tal vez le habría gustado más ser un mítico artista contemplado por unos ojos escudriñadores del siglo 21, que por alguien de su momento, que tal vez no apreciaba su obra en sus reales dimensiones.
PD: si yo hubiera modelado para Praxiteles en su época, también habrá elegido cuanto cobrarle… je je.
Posted by Anonymous | 7:44 AM
Gracias Leo por tu comentario, justo la cereza que estaba buscando. Me encantó eso de "hasta yo soy una copia de mi mismo", eso mismo me habría gustado a mi decir. Bienvenido eres.
Posted by Barro | 12:36 AM
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