Saturday, March 31, 2007

Lejía y fregona


Aquí por la tarde nos dedicamos a marujear, cuando llega el chico del otro turno intercambiamos consejos de limpieza, que si este producto funciona mejor para aclarar los azulejos de la ducha ya sea con el estropajo o con la bayeta, si se ha inventado una variante más efectiva del Cristasol, no, verdad que Cristasol es una marca, no un producto. Disculpa.

Me inclino sobre el retrete, un mosquito diminuto revolotea y me nubla la vista. El estropajo (disculpar el uso y abuso de término españoles para utensilios de cocina, yo a esto en Chile le llamaba esponja o virutilla, o esponja con virutilla, dado el caso), el estropajo lo usó antes mi instructor (amante de las explicaciones superfluas exhaustivas, le pregunto si estudió pedagogía básica, me dice que no, que estudió diseño de jardines), lo usó antes mi "instructor" (o sea, el chico que se encarga de las labores del hostal en el turno anterior) para limpiar una máquina de café, y las diminutas partículas de café han quedado desperdigadas por todo el retrete, lo cual no da una buena impresión, y me fastidia, y termino por aplastar contra la loza al mosquito, que me ha colmado la paciencia, y cuyos despojos desaparecen al tirar de la cisterna, dejándome un rastro de culpa zen.

Hay que hacer las camas rápido, no importa si no te queda bien puesta la sábana elasticada, es que con tanto lavado se han encogido. Tu namás ponla bien por el lado que ve el huéped, lo fundamental son las apariencias.

Debo reconocer que considerando que es un "hostal gay", (cuya fundamental diferencia con el resto radica en que no te ponen problemas si vuelves acompañado), la ropa de cama está relativamente impoluta, y los espejos de los baños (esto igual era esperable) petados de productos metrosexuales, por eso es mejor que no limpies el espejo, a menos que lo notes exageradamente sucio, peor sería que se te caiga una colonia como estas Issey Miyake y se te rompa el frasco, lo mejor es no tocar nada.

Y observo mientras sigo las explicaciones y los huéspedes se despiertan, otro esencial de un hostal gay, la cara con que te miran algunos de los huéspedes, como si uno fuese el equivalente humano del frigobar. La mayoría son muy majos, corteses, lectores de Haruki Murakami, hay una italiana friolenta que se parece a Amy Lee, y un inglés regordete que parece a punto de soltarte un chiste hasta que se da cuenta que no sabe suficiente español y se calla. Pero aún así, está claro que los empleados del hostal somos algo así como el neumático de repuesto ante cualquier eventualidad o falta de ella.

Lo primero que se debe hacer al entrar a una habitación, después de tocar la puerta y asegurarse que no hay nadie, es abrir las ventanas y barrer el piso. Luego las toallas, aquellas que están tiradas en el suelo se cambian. Y si no, no. Recoges la manta y las sábanas, cada tres dias se cambian si la habitación no ha sido entregada ya. Limpias la ducha, el lavatorio, el retrete, cambias el papel higiénico y el paño de lustre, botas la basura, apagas el televisor, pasas la fregona con lejía, se me olvida algo????

Ah, claro, repones las toallas, las dejas haciendo una figurita geométrica sobre la cama, y depositas sobre ellas un caramelo, esos detalles son siempre bien recibidos. La hora crítica es al mediodía, pero el resto de la tarde se te puede pasar sin hacer nada, como viste tenemos un computador para ligar o hacer lo que quieras.

...

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(socorro)

Thursday, March 29, 2007

Back on the chain gang


De noche todos los gatos son negros, y todas las ciudades se parecen cuando las recorres ocioso por la mañana, el periódico gratuito bajo el brazo, la mente abstraida en los divagares del desempleo. En todas esas variopintas oportunidades laborales que conducirán tu vida por un derrotero o por otro, derroteros, derrota, de ruta perdida y hace frío en la mañana y buscas el sol y terminas sentado al lado de ancianas que hacen girar un pedal de bicicleta que el ayuntamiento les ha instalado junto al banquillo para que desentumescan sus músculos.

Leo en el periódico, el 20 minutos, que el primer trabajo de Madonna fue en un Dunnkin Donuts, que Brad Pitt era repartidor de refrigeradores y Stallone recogía boñigas en un zoológico. Por algún lado hay que comenzar, pero yo ya estoy lejos del comienzo. Voy por el segundo trabajo en Madrid.

Esta semana fui al Ritz, di una buena entrevista, pero querían camareros y me dijeron que les parecía a ellos que mis intereses iban por otra parte, no pude convencerlos de lo contrario, me dijeron que conservarán mi currículum y que si se abre una plaza en conserjería me llamarán. Salí del hotel sintiéndome halagado, y desempleado.

Por supuesto que he ido a otros hoteles, no estoy mal direccionado, España es el país que más turistas atrae en toda Europa y Madrid en especial está creciendo en turismo. Es en verdad la hotelería lo que me interesa? El problema es que si yo no sé qué es lo que quiero, quien podrá acaso?

Trabajo hay, de vendedor de libros en la Fnac, de agente de viajes, de fono operador bilingüe, de monitor en cruceros, de dependiente de tienda.

Mi plan es estar acá y después partir y en algún momento de este vagabundeo iluminarme. Un amigo gringo me dice que aún estoy a tiempo de estudiar, y sí, la idea es seductora. Pero estudiar aquí o en Inglaterra, estudiar qué? me gustaría ser profesor de historia, pero basta con eso, me gustaría ser guionista de comics, dueño de mi propio hostal de mochileros, jardinero de palacio, productor de ferias internacionales, dependiente de Apple, policía londinense con un cuerpo todo cachas.

Todas las ciudades se parecen por la mañana cuando caminas oyendo a Belle and Sebastian en tu reproductor de Mp3.

"Its been a bloody stupid day
My baby called me up to say
Dont call me love, dont call me
Its not all she said"

Paso por la biblioteca del Conde Duque, devuelvo el último tomo de "Adolf" de Osamu Tezuka, y saco "El desierto de los tártaros" de Dino Buzatti y "En picado" de Nick Hornby. Tengo otra oferta, para trabajar en un hostal gay cerca de donde vivo, me han dicho que pasaría bastantes horas al día sin nada que hacer, así que es bueno que me guste leer.

El hostal tiene 2 estrellas, el Ritz 5, pero tampoco me puedo quedar esperando y consumiendo mi dinero impunemente. Tomaré lo primero que me salga, dejaré que el destino juegue conmigo.

"My friend came back from being abroad
He was rich and I was overawed
His ship came in
Im standing on the harbour wall

Another friend, the one I love
Turns to me have you seen enough?
Lets hang about
Theres nothing like a sunset"


Entro a una iglesia, hay una exposición de retratos de una familia de pintores españoles, los Madrazo. En la puerta hay una chica guapa, su trabajo es saludar a los que entran, al interior hay una par de mujeres mayores, su trabajo es cuidar que no le dibujes gafas a los retratos.

Recuerdo cuando estuve en Londres y pensaba, trabajar como vigilante de museo debe ser aburrido, pero da igual, si te permite vivir en Londres!, ese verano que paseé por Europa también todas las ciudades me parecieron semejantes, la misma luz, la misma alegría, los mismos colores resplandecientes.

Estoy en la sala de imagenes devotas cuando suena mi teléfono, me llaman del hostal gay, quieren saber si puedo comenzar mañana. Me dicen que no traiga ropa nueva, porque se puede dañar con la lejía.

"Its been a bloody stupid day
Dont leave the light on baby
My baby called me up to say
Dont leave the light on baby
Ill see you sometime maybe
Dont leave the light on baby
It finally dawned on me tonight
Best to go down without a fight
I know you will forgive me for my honesty"

Y me parece que tal vez aquel verano era yo, yo y la primavera quienes iluminábamos Europa. Y esta semana la primavera ha tomado un descanso, hace frío, y bueno, me pagan menos acá que en el trabajo anterior, pero me queda tiempo libre, podría coger otro trabajo. That's life. Debería estar contento, tengo trabajo nuevamente, los patrones son muy majos y estaré a 5 minutos de donde vivo. Debería invitarlos a todos a una copa.

Debería dejar de oir esta estúpida (y preciosa) canción

Thursday, March 22, 2007

MMM


Calle del Pez, número tres (planta 4a), Malasaña profunda, Madrid de los cojones.

Pintora simbolista tremendista norteamericana expatriada y fallecida, que veía en Franco al modelo de hombre y soldado cristiano, que nunca quiso vender un cuadro en la puta vida, busca desde el Más Allá museo para su obra, hallada entre la basura por un fotógrafo amigo de los desechos ajenos.

Margaret Marley Modlin ("la mejor pintora del apocalipsis de todos los tiempos", le gustaba autodenominarse) estaba demente, como en el fondo suponemos que los artistas han de estarlo. Su marido Elmer Modlin al menos tenía buenas razones, si hemos de creerle fue el primer marine en entrar a Nagasaki después de la explosión de la bomba atómica. Un cuadro de su mujer lo retrata en posición fetal sosteniendo una calavera mientras sobre él se alza el hongo atómico surcado por siluetas de demonios. Efectista? Puede ser, tal vez, pero... efectista, la bomba atómica???

Los Modlin tenían algo de beatniks, esa generación que anticipó el movimiento hippie, desengañada de todo, en búsqueda esoterica constante, al estilo de Kurt Vonnegut o Jack Kerouac. Los Modlin eran amigos personales de Henry Miller, montaron un restorán vegetariano frecuentado también por gente como Aldous Huxley, Anaïs Nin y Orson Welles. En Hollywood, donde Elmer Modlin conseguía papeles de actor secundario, en series de TV del tipo "El fugitivo" o "La hechizada", Elmer fue además uno de los fanáticos satanistas de la película "Rosemary's baby"("La semilla del diablo") de Roman Polanski.

1968 fue un año especial, y que lo digan. En los cuadros de Mary Margaret Modlin (MMM) la fecha de ejecución está dada en relación a este año, el "año de la luna". Año que también fue el del ataque del Vietcong sobre los estadounidenses en Saigón, año de la lucha por los derechos civiles birraciales, del asesinato de Bobby Kennedy, año de barricadas en Paris y tanques soviéticos en Praga, de la masacre de Tlatelolco en Mexico y bueno, de "Rosemary's baby". Los Modlin decidieron dejar USA ese año, siguiendo el consejo de Henry Miller se establecieron en Madrid. Aquí se habrán enterado del asesinato de Sharon Tate por Charles Manson y the family, aunque nos gustaría saber qué opinaron ellos de todo esto, no queda más que conjeturar, pues tanto Margaret como Elmer o el mismo Nelson están muertos ya.

Y no sabríamos nada de ellos si no fuera por el sano hábito de hurgar entre la basura del fotógrafo Paco Gómez, ni yo sabría nada de ellos de no haber pasado por calle Princesa, junto al palacio de Liria, donde se anunciaba una exposición de "la mejor pintora del apocalipsis", MMM. Con tiempo de sobra para vagar, no me lo pensé mucho y entré.

En El Pais Semanal salió un artículo sobre esta familia de gringos expatriados frikis, yo no lo había leído, así que todas las cosas que me contó el encargado de la galería fueron gran e interesantísima novedad. Como que Margaret pese a vivir en Madrid 30 años nunca aprendió español, o que su marido trabajó aquí en el cine del destape, y que su hijo subtituló al inglés las primeras pelis de Almodóvar. Margaret parecía tener una obsesión con su hijo, que aparece en casi todos sus cuadros, y el galerista me sugiere que era una relación incestuosa, que Nelson quiso escapar al destino de su familia esotérica, pero que al final no pudo. Son muchas las lagunas y misterios de los Modlin, si al cabo los tres murieron con muy poca diferencia de tiempo, uno después del otro, como aquejados por una maldición templaria.

En la basura se halló también un testamento, y el teléfono de un albacea, según todo esto lo que habrían el deseo póstumo de MMM era crear un museo con su obra en Madrid, al estilo de los museos de Gustave Moreau, Brancusi o Zadkine en Paris. El caso es que claro, MMM nunca vendió ningún cuadro, su influencia en el arte contemporáneo es por decir algo, nula, y nada más la salva una historia interesante.

Además de claro, una obra con rasgos de Dalí, de Carrington, surrealista, colorista, y sin embargo bastante única, bueno, para muestra aquí unas cuantas instantáneas tomadas sin permiso, exclusividad absoluta de la web.

a) b)

c) d)

a)"La muerte, el ultimo enemigo", b) "Retrato de Henry Miller con alas", c)"La puta de babilonia", d)"los jinetes del apocalipsis"

Que quede claro que al menos Joe Pino que la idea de un museo a MMM en Malasaña me parece cojonuda

Post Data: Este blog me ganó el quien vive con un post doble sobre esta pintora

Wednesday, March 21, 2007

Fallas

Fallas en tu vida y crees que seguirás fallando a menos que te saques la falla de tu ánimo para que puedas comenzar el día con una actitud sana y nueva, y tomas el bus hacia las Fallas de Valencia, sabiendo que unos amigos también van, sabiendo que es suerte no tener que trabajar y poder disfrutar así de una de las mayores fiestas del año en la península.

No empacas nada, ni calcetines ni prudencia, no tienes reservaciones, no con lo que pueda suceder. Te sientes solo, extraviado, lejos de los abrazos que necesitas, quieres caminar por calles nuevas, mojar tus pies en el mar, escuchar el estallido de los petardos en la Mascletà, ver los muñecos antes que ardan.



Los muñecos ("ninots") se agrupan en conjuntos temáticos repartidos en cada barrio de la ciudad, algunos son enormes. Cada "Ninot" tiene un tema, satírico de actualidad, que se explica con versos en valenciano. De todas estas maravillas de plumavit y papel maché sólo una se salva cada año. Todo lo demás se quema.

Catarsis anyone?

No todo arde y es fugaz en Valencia, de lo permanente se encargó Santiago Calatrava, el arquitecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un conjunto de edificios que nadan como delfines por el viejo lecho del río Tùria en dirección al Mediterráneo. Aquí está L'Oceanogràfic, el acuario más grande de Europa, y L'Hemisfèric , un teatro Imax con forma de ojo humano.



Llega la noche y la fiesta y los fuegos y la euforia y el ruido se intensifican y la sensación apestosa de querer compartir esto con quienes quiero y no ser capaz de disfrutarlo sin ellos se acentúa. Saco fotos, para poder postearlas aquí, bailo un poco, miro con cara de hambre a los grupos de amigos, a las parejas, y entre tanto olor a pólvora me siento yo también como un muñeco pronto a arder en combustión espontánea.












Al avanzar la noche se profundiza mi espíritu masoca, y mi cansancio en general. Descarto emborracharme, más por avaro que por otra cosa, y cuando doy con un colchón arrojado como basura en una calle, lo cojo en seguida y me siento afortunado, recorro con el colchón la ciudad en fiesta, evitando a la gente hasta que encuentro otra fachada con andamios, arrojo el colchón arriba y me acuesto, a dos metros de altura ntento dormir mientras abajo se pasean y mean los gatos y los turistas, tiran líneas, una chica pide a su novio que se la folle pero este no soporta el olor a pichí de gato. Yo descanso, no duermo, no puedo dormir pensando que si dormido me giro un poco me puedo caer encima de un montón de ladrillos y eso no sería suave. Y me vienen imágenes de vagabundos sin casa a los que han prendido fuego en sus colchones, y pienso en todos los fuegos artificiales que aquí cualquiera dispara porque esto no es Chile, es Valencia y tener algún chamuscón en la cara es sexy, creo yo, porque he visto varios, y los niños siguen jugando con los fuegos y nadie parece preocuparse demasiado.

Qué estoy haciendo?, no lo sé, hago concreta la autoconmiseración? toco fondo? o simplemente soy un coñete que no está dispuesto a gastar dinero en alojamiento o en ligarse a alguien que lo tenga. Las horas pasan, pronto amanece, no hizo demasiado frío, por suerte. Una banda de adolescentes se percatan de mi presencia, están borrachos y empiezan a hacer escándalo, "mira, mira, hay un tío ahí arriba".

Me levanto y doy la cara cosa que vean que no soy un moro y que si he dormido aquí es porque me ha dado la gana. Me preguntan qué hago solo, que dónde está mi peña (mis amigos)? les digo que no lo sé, que están perdidos, que yo estoy perdido, me dicen que no pierda el tiempo durmiendo y que disfrute la fiesta, y yo pienso para mis adentros, sí, como no. Y me levanto, ya no tiene sentido seguir aquí.




Temprano por la mañana me siento ok entre los zombies que se desmayan y caminan apenas, tomo una foto de la Catedral y unas chicas ebrias saludan al lente. Entro a la catedral, a la capilla del Grial, pero no me quedo a la misa. Mi cabeza tiene hemorroides, no soy capaz de estarme quieto sentado en ningún sitio si no hay orín de gato para calmar mis nervios. Y camino hasta el tranvía, lo cojo y llego a la playa, y mojo mis pies y tomo sol y siento que ahora sí, que ahora sí que mis pensamientos me han acabado por abandonar, ahora si que han hecho su efecto las palabras escritas en la boca del Orco, no quedan ya ideas, sólo el dolor en mis pies, que apenas si han tenido un respiro. Vuelvo al tranvía, cojeando subo las torres Serranas, y veo más fallas y almuerzo y veo la mascletà por televisión, y visito un último museo de arte contemporáneo, el IVAM, con una exhibición sobre el tema de la Velocidad, en un obra un videoartista tailandes se ha grabado a si mismo durante todo un año y vemos en un montaje acelerado como le crece el pelo, y le crece el pelo y le crece el pelo y le crece el pelo.






Valencia es la ciudad del Fenix, donde la belleza arde sabiendo que volverá el proximo año a vestirse de fiesta. Yo no quiero ver a los muñecos arder, no tengo suficiente fe como para creer en la autoregeneración. Además mañana es lunes y debo hacer la ronda de los hoteles tirando curriculum. Así que me voy a la estación, paso por el Jardín de las Hespérides y robo un limón. Luego compro cerveza lituana y chocolates ucranianos y los comparto con Brian, un irlandés que lo mismo que yo ha venido acá solo y se va solo y me dice que es apestoso no hablar bien español porque se siente tonto al no poder hacer los chistes que le dan fama de gracioso en Irlanda. y yo me callo, y le dejo hablar, y me río, y le convido chocolates y cerveza, y pienso que está muy bien quedarse callado y emborracharse y escuchar a viajeros extraños, que esta muy bien, casi tan bien como la cama bajo techo que me espera cuando vuelva a Madrid.

Me gustó Valencia, pero la proxima vez vendré con amigos, procuraré no perderlos de vista, y haremos estallar petardos y beberemos sólo agua de Valencia y compartiremos una paella grande grande, que me haga agua la boca por muchos años después.

Tuesday, March 20, 2007

Perdí el vuelo



Bueno, supongo que hay cosas peores que quedarse obligado un día más en Roma. A veces los lapsus mentales se agradecen.

Barro judío



Son tres los arcos monumentales en el Foro y proximidades, el más grande, que se ubica fuera, junto al Coliseo y el monte Celio, es el Arco de Constantino. Luego hacia el lado del monte Capitolino se halla el arco de Septimio Severo, en ninguno de estos dos, que había mirado bien, había encontrado yo a la menorah, el candelabro de siete brazos, uno de los tesoros de la tradición hebrea, saqueado por los romanos cuando allanaron el Templo de Salomón en Jerusalén.

Más hollywoodesca es la historia del Arca de la Alianza (Ver, Indiana Jones I), la menorah de Salomón en cambio, al no ser en definitiva más que un candelabro desprovisto de poderes, no ha inspirado a los productores cinematográficos en la misma medida. Yo sí leí una historia sobre la menorah, no sé si escrita por Zweig o Rilke. Se trataba de una asociación secreta de rabinos que se había encargado de protegerla durante siglos y que temían la llegada al poder de los nazis, al cabo terminaban enterrando su tesoro en un sitio donde nadie pudiese acceder a él, ni siquiera ellos mismos. "Una idea muy judía", me dijo una amiga askenazi.

Pues se dio el caso que esta vez había una familia entera de kippas, (el gorrito aquel que tan bien le sentaría al remolino de mi coronilla) fotografiando un detalle del Arco de Tito, que está al interior del Foro. Me acerqué y ahí estaba, la Menorah. Feliz, le comenté a uno de los judíos que enhorabuena, gracias a ellos había encontrado lo que estaba buscando. Resultó que era argentino y muy amable, (por no decir gentil), me dijo "y pensar que la gran mayoría de estos turistas pasan por aquí al lado y no saben lo que ven". Me presentó a su familia, su mujer, dos niños y un bebé en coche. Quería saber de donde venía yo, le dije que era chileno, peor que ahora vivía en Madrid. Le pareció muy bien. Le pregunté si el también había perdido el vuelo, pues resulta que si bien al principio fue olvido mío al día siguiente tampoco salió ningún vuelo de Fiumicino por huelga del personal de aeropuertos. Todo iba bien, ya veía yo que me ofrecían un empleo cuando el amigo judío che me pregunta.

- Y che, boludo, conocés vos al rabino Dan?
- bueno, esteee, yo no,...soy
- No sos practicante?
- No soy judío
- .....

Instantáneamente multiplicado por cero por el patriarca de la familia, los judíos viraron en otra dirección siguiendo las ruedas del cochecito dejándome solito junto al arco de Tito.

Es una indiscreción saber de historia judía sin ser descendiente de Jacob?, es muy humillante para un judío suponer que otro lo es cuando no lo es? será simplemente que el tiempo en Roma es valioso, y no estamos como para perderlo con gentiles, por gentiles que sean, que no conozcan al rabino Dan.

Monday, March 19, 2007

El parque de los monstruos



Me había empeñado en ir a Bomarzo, como me empeñé en terminar la novela de 500 paginas de "Bomarzo", del argentino Mujica Lainez, que cuenta la historia de Vicino Orsini, el duque de Bomarzo, creador de esta rareza del siglo XVI, un parque de piedras. La novela fue lanzada al mismo tiempo que "Rayuela" de Cortázar, y el otro día vi a un chico con ella en el metro, prueba que mis aficiones no son tampoco tan exclusivas.

No me importaba, más bien me exaltaba que la Lonely Planet no dedicase ni una sola palabra a Bomarzo y que otras guías apenas lo mencionasen de pasada. Hay tanto que ver en Italia,y el siglo XVI parece tan reciente en compración, tan poco misterioso.

El caso es que mientras mi francesito se iba a conocer el Vaticano, yo tomé con retraso como siempre (lo que nos dio tiempo de visitar juntos San Juan de Letrán) el tren para Attigliano.

Attigliano según el jefe de via queda a un paso de Bomarzo, como tuve que constatar en el sitio mismo, era más bien un paso con botas de siete leguas. "Come posso andare a Bamarzo? Aviamo un mezzo di transporto publico, un autobus?" Pues va a ser que no, me dicen en el localito junto a la taquilla de la estación, puede usted caminar, son seis kilómetros.

Seis kilómetros, a la vuelta de la esquina. El Sacro Bosco de Bomarzo es la principal atracción turistica del norte del Lazio, junto con el castillo en que se casó Tom Cruise con Katie Holmes (Bracciano) o el casco historico de Viterbo. Seis kilómetros, me acuerdo que cuando chico una vez mi papá me explicó en el camino a Chañaral cuanto era un kilómetro, entonces me pareció que no era tanto, y yo era chico, tenía las piernas más cortas. Llego a la carretera provincial, quedán 5 kilómetros ahora, esto fue rápido, me digo.

No cantar victoria aún, el camino se eterniza, cruzo el Tíber, el sol sale y yo creo que vine demasiado abrigado. Intento hacer dedo, pero no pasa nada, al costado de la via se mueven las ramas a mi paso, ratas almizcleras deben ser, pero no logro ver ninguna, el camino se hacer curvilíneo y aparecen camiones que doblan muy cerca de la valla, not nice, miro el reloj y me apuro, no puedo tardar más de una hora en ir, mirar y volver si quiero ser puntual en mi encuentro con mi francesito, que seguro debe odiar que le llame así, pero fue él quien me prohibió postear su nombre, que igual muchos ya saben.

Ok, otro cruce, a Mugnano, un pueblito encima de un cerro que se ve de lo más mono, si solo tuviese más tiempo, y un vehículo. Otra cosa es recorrer Italia con macchina.

Y ahora el camino sube, no me jodas, sube en curva y ya casi no vienen autos, qué demonios estoy haciendo, adonde voy, quién soy? Y pienso que es evidente que no quieren que uno visite este parque, porque no se lo hacen nada fácil a los turistas de a pie. me imagino que tal vez Bomarzo es ahora un pueblo de zombies antropófagos, una especie de Silent Hill italiano, en fin, ya es muy tarde para dar media vuelta, menos ahora que parece que este auto sí se detiene, por fin, me lleva a Bomarzo per favore?

Me dejan en la entrada del pueblo, sigue diritto ese camino hasta el fondo y llegas. Ese camino hasta el fondo que parece una acequia flanqueada de casas de trogloditas es la avenida principal de Bomarzo. Y no obstante sobre la colina del pueblo se alza majestuoso el Castillo Orsini, con balaustradas de mármol (fracamente, no sé bien que es una balaustrada de mármol, pero suena bien) y un balcón con vista a los vasallos. Gran lección visual del feudalismo, aquí la clase media nunca llegó (ni el siglo XX).




Y miro el reloj y me enfado, porque me queda poco tiempo y ya debería regresar, apresuro el paso, sigo las pocas indicaciones que hay y finamente llego, el famoso Sacro Bosco de Bomarzo, abierto hasta el crepúsculo todos los días, gratis...gratis??? no, y no saco nada con mostrar mi carnet de periodista, me hacen pagar igual, 9 euros, ahora me queda solo uno, y yo no he visto ningun banco en Bomarzo. En fin, que ya estoy aquí donde quería. Hora de tomar fotos, que hay un cartel que dice "Prohibido tomar fotos", "No acercarse a menos de 3 metros de las estatuas", que Bomarzo pertenece a una familia, que es una atracción privada mal administrada y por eso en la oficina de info turistica de Roma no tenían ningún folleto, pues que se jodan, Vaffanculo. Yo las fotos las tomo igual.



















La más famosa de todas estas rocas talladas es la del Orco, que contiene una inscripción en la que se lee "Ognis pensiero vola" ("Todos los pensamientos déjalos atrás"). Bastante sugestivo, y apropiado, por supuesto que entré y tomé una foto desde dentro, el Orco es la puerta al averno, así que aquí en exclusiva, a view from the otherside"







Al final del recorrido sentí que me faltaba una estatua, y le pregunté a un jardinero donde estaba, el jardinero resultó ser mexicano y no tenía idea de lo que le estaba preguntando. Un gigante barbudo, con un puño enterrado en el suelo, seguro no sabe donde está? se llama el "Apenino". Pero no pudo ayudarme.
Joder, y solo ahora descubro que esa estatua monumental no está en Bomarzo, sino en Pratolino, cerca de Florencia, y es de Giambologna. Bueno, está claro que razones para volver a Italia siempre las hay.

De regreso a Attigliano no había nada, desesperado me fui caminando por el medio de la vía, haciendo detenerse a los vehiculos a la mala. No quería perder el tren. Tuve suerte, me paró un herrero de Mugnano llamado Aldo, que me llevó a la Estación justo a tiempo para....perder el tren, oh Jesus!

Muerto de hambre, atrasado y sin un duro, me quedaba un boleto de ida dentro del Lazio y lo usé para ir a Orte, en Orte sí había un banco y mientras esperaba el siguiente tren a Roma Termini me premié con un almuerzo regional en un restorán donde nadie hababa inglés y nadie sabía explicarme los platos. Comí un ragout de algo, y unas escalopas raras, y un Tiramisú.

Es que después de correr varios kilómetros entre ratas almizcleras y camiones, hacer dedo, rogar porque me dejen entrar gratis, estresarse por el tiempo, y ni siquiera disfrutar más de 15 minutos en el jardín de los monstruos, la ocasión bien valía un postre.

En cuanto a Bomarzo, ya lo creo que volveré, en sueños, a caminar entre las estrafalarias y misteriosas imagénes llevadas a la roca de Pier Francesco Orsini, sueños o pesadillas, pero no se penetra en la boca del Orco, donde abandonamos todo pensamiento, para salir ilesos.

Mis pies al menos me han dolido desde entonces, a ustedes ahora es el turno de comentar, basandose en las imagenes (que no encontrarán facilmente en ningún sitio en la web), valió la pena ir a Bomarzo?