Recorro San Sebastián antes que los demás turistas despierten, subo al monte Urgull, no paro de tomar fotos. Este sitio tiene algo de muy familiar, de Viña o Valdivia o Freirina, al mismo tiempo que ostenta un nivel de vida envidiable, en las flores, en los veleros aparcados, en los viejos palacetes de la nobleza europea, como el palacio de la reina Maria Cristina, quien además da nombre al mejor hotel de Donostia, donde se alojan las estrellas que vienen al Festival de Cine en septiembre. Claramente este es un lugar bienaventurado, aún no me he idoy ya tengo ganas de volver.
Entro al Museo de San Telmo, donde tienen los monumentales frescos en grisalla de José María Sert, donde se ensalzan los valores vascos. Aquí me entero por ejemplo, que la Armada Invencible de Felipe II se construyó en astilleros vascos, y pienso, astilleros...Onassis, von Appen, de ahí que los apellidos vascos sean apellidos cuicos, había dinero es esta zona.
Cuicos como un grupo de estudiantes chilenos que entró al café La Vaca, donde estaba yo desayunando, no me pude resistir a ir y presentar mis saludos, tan decimonónico yo, Martín Rivas total, eran cinco chicas y un chico, todos estudiando en Barcelona. Pudo haber sido muy desgradable, pero nada, les dije donde tenían que ir en San Sebastián (al haber llegado de madrugada pude enterarme muy bien de donde salían los estudiantes borrachos camino a casa) y bueno, cuicos tóxicos, de esos que no sueltan prenda, no sé que hago yo pasando a saludar, será acaso que igual viajar solo a veces no es lo más.
De eso me di cuenta llegando a Zarautz con el EuskoTren, había en Zarautz una fiesta de la cerveza y yo ahí pensando que entretenido sería estar con amigos y compartir una garrafa de Heineken, pero sentarme solo a beber, con el día espléndido que hacía afuera..., mejor salí a la playa, con la suerte que me encuentro a un grupito de chicas vascas muy guapas con una garrafilla de esas, les ofrezco pagar por un vasito y me dicen qué va, que no quieren mis monedas, me conformo con un beso, dice una.
Y yo me pongo todo bobo y digo "en serio?", pensando que es bonito eso, estar todavía en la edad en que se pueden pagar favores con besos, pero al final las chicas deciden que pagaré mi vasito sacándoles fotos grupales a ellas, eran todas muy guapas, debí haber sacado una extra, para que ustedes la vieran, eso pensé cuando ya iba bordeando el camino costero de Zarautz a Getaria, y devolverme sí que habría sido bobo. Así que seguí la ruta, que es como ir de Zapallar a Maitencillo.
Getaria según los folletos turísticos de Guipúzcoa que me dieron en Donostia, era el sitio indicado para comer buen pescado. Harto caro el pescado, eso sí, y es que aquí sí que me jugó en contra el estar solo, no me querían dar mesa, terminé comiendo en el peor sitio una merluza por 30 euros, me atendió una chilena sí, chilena de Temuco, que me trajo mantequilla para el pan y creo se encargó le pusieran extra palta a la ensalada. La ensalada estuvo más rica que el pescado, en fin, que apenas termino de comer, un poco mareado porque me he bajado entera la botella de sidra, doy la vuelta y encuentro un local donde elmenú estaba a 18 euros (y 18 euros me parecen de repente una ganga). Y me pongo a maldecir como el capitán Haddock.
En fin, que da igual, pues resulta que Getaria valía la pena no tanto por el pescado, sino porque aquí nació Juan Sebastián Elcano, el primero en dar una vuelta al mundo, pobrecito Magallanes que murió en las Filipinas. Y la verdad es que está muy bien de repente estar en Getaria, con un sol espléndido, respirando el mismo aire oceánico que impulsó a alguien como Elcano a
parcourir le monde. Hay una lista de los marineros y tripulantes, con sus pueblitos de procedencia, los hay de Bermeo, de Bilbao, de Vicenza, de Rodas, de Barakaldo y Bayona.
De la expedición original de 265 hombres, solo 17 regresaron con vida, pero las especias que trajeron consigo les aseguraron riqueza de por vida. A Elcano el rey le concedió un escudo de armas con una inscripción que puede leerse en Getaria "Primus circumdesdisti me", o "fuiste el primero en darme vuelta", muchos jugadores de SuperMario quisieran eso mismo.
Sin embargo, tía wikipedia dice que no fue así, que el primero en circunnavegar el globo no fue Elcano, ni algún vikingo ni el capitán cavernícola, sino que
Enrique de Malaca, un nativo no se sabe si de Indonesia, Malasia o Filipinas, que ejerció como traductor de Magallanes. Capturado en Sumatra, fue llevado a través del océano Indico a España. Magallanes lo cogió como traductor, pero al llegar a través del Pacífico a las Filipinas, el traductor no sirvió de mucho a la hora de hablar con los nativos, según Pigafetta, Enrique hablaba malayo y más adelante encontraron una nave donde sí habían malayos que le entendieron. Evidencia esta que habría sido él y no Elcano el primero en dar la vuelta al mundo.
Interesante, pero bueno, todavía podemos decir que Elcano fue el primero en dar la vuelta al mundo "voluntariamente".
Continúo ruta a Zumaia, que es el pueblito siguiente, y de Eibar, en el interior, donde hay un museo de las armas ( y pienso, industria armamentista, de ahí que los vascos...tengan dinero). la noche la pasaré en Vitoria, o Gasteiz, según el conductor. Que aquí casi todo tiene dos nombres, y según cual ocupas queda clara tu posición respecto de tales o cuales cosas. No me extrañaría que Elcano fuese Elkanoren, y Enrique de Malaca, Iker Malakoeta.